Más diez mil jóvenes, según estimaciones de la Policía Local, volvieron a darse cita ayer en el Balcón del Guadalquivir en el que se ha convertido desde en toda una tradición de la Feria: un macrobotellón para celebrar el fin de las clases y para el que este año se había vuelto a desplegar un amplio dispositivo de seguridad y de atención sanitaria preventiva, sobre todo por las altas temperaturas de ayer.

Sin embargo, «son jóvenes, pero no tontos», sentenciaba recientemente la universitaria Elisabeth Morales, refiriéndose al cambio de cita juvenil, que ya no se realiza expontáneamente a primera hora de la tarde, tras cortarse las clases. Y es que ya desde hace años, las redes sociales sirven para quedar y , como ocurrió ayer, poder retrasar la concentración a unas horas con un calor más decente. «Yo estaba preocupado con que comenzaran a reunirse a primera hora de la tarde, con todo el calor que hace es peligroso», confesaba ayer el teniente de alcalde de Seguridad, Emilio Aumente, felicitándose porque sobre las 18 horas apenas había dos centenares de jóvenes en el Balcón del Guadalquivir. Las redes sociales funcionaron de maravilla y los jóvenes retrasaron su salida. Aún así, a las 19 horas aún había 37 º C en El Arenal.

Para estas edición del botellón, responsables como el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, y el citado teniente de alcalde de Seguridad llegaron a hacer un llamamiento a los jóvenes para que extremasen la prudencia y la moderación, además de avisar que se iba a impedir el acceso a esta concentración a los menores de edad, cuyos padres, como responsables directos, serán sancionados si se encuentran al menor consumiendo alcohol en este botellón.

Respecto al dispositivo policial desplegado, el mismo contaba con buena parte de los efectivos presentes para toda la Feria, con puntos de control para el acceso a la zona del Balcón del Guadalquivir y con una unidad de caballería ya presente desde el martes en la Feria y otra de intervención llegada ayer desde Sevilla en previsión de cualquier incidente. Hay que recordar que esta cita multitudinaria, oficialmente fuera del recinto ferial, es objeto de una fuerte polémica desde hace años, especialmente por la imagen y su impacto sobre la fiesta tradicional Feria de Córdoba.

En todo caso, al cierre de esta edición no había cifras concretas de incidencias, quizá porque los jóvenes son más sensatos de lo que a veces se cree. David Montes García, decía a las 19.30 en el Balcón del Guadalquivir: «Nosotros nos hemos hecho un arrocito en un piso, nos hemos quitado del calor y ahora... de botellón, pero con hábitos saludables». ¡Ahí queda eso! Por algo es estudiante de 3º de Enfermería.