El 26 de mayo se cumplieron 70 años (26-5-1949) de la alternativa de José María Martorell en la plaza de toros de Los Tejares, de Córdoba. El padrino fue Agustín Parra Parrita y como testigo actuó Antonio Caro. El toro del doctorado, del hierro de Juan Guardiola Soto, atendía por Pato y estaba marcado con el número 99. Desaparecido Manolete, José María Martorell personaliza la esperanza de los buenos aficionados de la época. A Martorell se le rinden las grandes plazas como Las Ventas (Madrid), las dos plazas de Barcelona, la Monumental de México y hasta su retirada en el año 1957 fue base fundamental en las principales ferias. Vivió José María una etapa del toreo en donde la sombra del califa Manolete era comparación inevitable con este torero de arte y casta que no se amilanaba ante nada. Todavía recuerdan en México su colosal faena con la tremenda cornada sin querer entrar en la enfermería hasta no terminar con su enemigo. O el triunfo apoteósico en Barcelona en 1951 con el corte de una pata.

José María Martorell nació el 26 de mayo de 1929 en el seno de una familia acomodada, con antecedentes taurinos familiares con los subalternos Manene y Cerrajillas. Desde muy temprana edad se aficiona a los toros y desea ardientemente ser torero. La primera vez que viste traje de luces fue en una novillada sin caballos en Linares (17-6-1945) teniendo como compañero de cartel a Rafael Soria Lagartijo. Tenía entonces dieciséis años. El día 1 de septiembre de 1946 se presentó con caballos en Córdoba compartiendo cartel con dos novilleros cordobeses: Lagartijo y Joselete. En la temporada de 1947 alcanza a torear veinte novilladas y en la temporada de 1948 le llega la consagración como figura de la novillería al alcanzar 40 tardes toreadas. En esta temporada se presenta en Madrid alternando con Morenito de Talavera y Alí Gómez, cortando una oreja. En la temporada de 1949, la de su doctorado, torea once novilladas y se despide de novillero en Zaragoza el día 22 de mayo, cuatro días antes de tomar la alternativa en Córdoba el día 26. Esa temporada firmó veinticuatro corridas de toros.

En la temporada de 1950 toreó 43 tardes, en las que destacan como triunfos más significativos los logrados en Sevilla y el día 16 de abril en Las Ventas, la tarde de su confirmación de alternativa, con toros de Ignacio Sánchez. El padrino fue Rafael Vega de los Reyes Gitanillo de Triana que le cedió el toro Tontero marcado con el número 18, ante la presencia de Rafael Ortega. En la feria de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba, el día 26 de mayo, consigue su primer Trofeo Municipal Manolete, toreando ganado de Galache. Compartió cartel con Agustín Parra Parrita y Manuel Calero Calerito. Esta temporada triunfa rotundamente en Barcelona, donde torea tres corridas consecutivas, y es herido en la última (7-9-1950).

En 1951 alcanza a torear 71 tardes y consigue clamorosos éxitos en Madrid, la víspera de San Isidro (14-5-1951), y en Córdoba, los días 25 y 26 de mayo, donde obtiene su segundo Trofeo Manolete. Triunfa sin paliativos en Barcelona, contando por éxitos sus cuatro tardes. Marca la diferencia también en las ferias de Sevilla, Salamanca y la semana grande de San Sebastián, cruzando el charco y triunfa de forma absoluta en México.

La temporada de 1952 logra torear en 49 corridas de toros, destacan sus tardes 17 y 20 de mayo en Madrid, donde logra cortar orejas. Vuelve a México y consigue rubricar los triunfos anteriores.

En el año 1953 triunfa en Córdoba, con hierros de Villamarta y Concha y Sierra y logrando el tercer Trofeo Manolete. Baja sus actuaciones en las temporadas siguientes hasta que en 1957, tras sonados triunfos en Madrid, otras ferias importantes y en México decide retirarse del toreo activo.

Ya en el reposo del hogar siguió toreando en festivales e, incluso, fue nombrado asesor de la plaza de toros de Córdoba. Falleció el día 21 de mayo de 1995 cuando contaba con 66 años de edad. Su sepelio fue una gran manifestación de duelo, cariño y respeto por parte de sus compañeros toreros. El Ayuntamiento de Córdoba supo valorar la calidad torera y humana de José María Martorell y le dedicó una calle en la barriada del Zoco.