El primer presupuesto andaluz del Gobierno de coalición PP-Ciudadanos se encuentra en estos momentos en el aire, después de que Vox haya presentado este jueves una enmienda a la totalidad a las cuentas para el ejercicio 2019 y haya reclamado que la negociación no solo tiene que llevarse a cabo con el PP, sino también con Ciudadanos.

El pasado lunes Vox anunció públicamente que presentaría una enmienda a la totalidad a unas cuentas «continuistas» y ayer la registró, haciendo así oídos sordos a la petición que desde el Gobierno andaluz se le hacía para que finalmente no la llevara a efecto y se sentara a negociar con el Ejecutivo, «sin líneas rojas». Desde el lunes, han sido continuos los llamamientos al diálogo que se han realizado desde los máximos dirigentes del Gobierno andaluz con el presidente de la Junta, Juanma Moreno, a la cabeza, quien considera que hay tiempo hasta la celebración del debate de totalidad del próximo miércoles para alcanzar un acuerdo con la formación que lidera Santiago Abascal.

EL DESAFÍO DE VOX / Tras registrar la enmienda en el Parlamento andaluz, Vox criticó que haya «una parte del Ejecutivo que recele de hablar» con ellos, en referencia a Ciudadanos, ya que las negociaciones las lleva el consejero de Hacienda, Juan Bravo, del PP. «¿Ciudadanos, qué pretende, estar cuatro años sacando unos presupuestos sin contar con el apoyo de Vox y sin querer vincularse a este partido? Eso es imposible», defendió el diputado de Vox Manuel Gavira.

El partido de Abascal hace valer su posición de fuerza ante estos Presupuestos, también en un contexto nacional de negociación de pactos, ya que sus votos son vitales para que se puedan tramitar las cuentas andaluzas, porque PSOE y Adelante Andalucía han presentado otras dos enmiendas a la totalidad. La votación es conjunta y los tres sumarían mayoría para devolver los presupuestos, aunque Vox ha dejado abierta la posibilidad de retirar la enmienda si se consuma la voluntad de acuerdo. Sin embargo, la exigencia de Vox deja en una situación complicada a Ciudadanos, que hasta ahora ha intentado desvincularse de esta formación, ya que el pacto de investidura se cerró sólo con el Partido Popular.

Ante la petición de Vox, el vicepresidente Juan Marín (Cs) respondió que «si el único problema que tiene para apoyar estos Presupuestos es sentarse con el Gobierno de PP-Cs, si quieren nos sentamos esta tarde, ese no es ningún inconveniente». Consideró que si «el problema es si hay una postura que está condicionando otras negociaciones en otras comunidades o capitales de provincia, entonces, por muchas veces que nos sentemos, no vamos a llegar a ningún punto de encuentro». Más claro aún fue el portavoz parlamentario de Cs, Sergio Romero, que advirtió a los de Abascal de que el presupuesto andaluz para este año «no se puede canjear por una foto».

El portavoz parlamentario del PP, José Antonio Nieto, defendió que «todo el Gobierno tiene que hacer todo el esfuerzo posible para sacar estos Presupuestos, y cada uno el que le corresponda».

Mientras, el consejero de Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta, Elías Bendodo, desveló que ya existen «contactos y conversaciones» con Vox para «escuchar sin líneas rojas» sus aportaciones al proyecto de ley de Presupuestos y confió en sumar el apoyo de esta formación a las «cuentas del cambio» en la votación del miércoles.

PSOE Y ADELANTE, EN CONTRA / También registraron sendas enmiendas a la totalidad el PSOE y Adelante Andalucía, partidos que aludieron para justificar sus propuestas de devolución al Ejecutivo del proyecto presupuestario las concesiones que el PP y Cs tendrán que hacer a Vox para lograr que se sume y, así, tener respaldo suficiente para que las cuentas salgan adelante.

El portavoz parlamentario de los socialistas, Mario Jiménez, advirtió de que «la derechita cobarde en Andalucía es la extrema derecha de Vox», para preguntar a Moreno «qué pondrá sobre la mesa» para que Vox retire su enmienda a la totalidad y qué repercusión podría tener para el futuro de los servicios públicos. Además, pidió a Moreno y Marín que no consientan que Andalucía sea «moneda de cambio» en las negociaciones tras las elecciones del 26-M, aunque, según añadió, ha sido el líder del Ejecutivo andaluz quien «ha metido a Andalucía en ese mercadeo».

Por su parte, los portavoces de Adelante, Ángela Aguilera y Antonio Maíllo, justificaron la enmienda a la totalidad de su grupo en que las cuentas son «injustas» y «hacen concesiones a la insaciable ultraderecha». «El dragón es insaciable, nunca van a ser concesiones suficientes», avisaron aludiendo a Vox.