Unas cuentas covid, de blindaje social y rigurosas y reales para que los andaluces estén tranquilos Con esta presentación, el Ejecutivo andaluz de PP y Cs aprobó este miércoles el proyecto de Ley de los Presupuestos de la Junta para 2021, que inicia su tramitación parlamentaria sin tener amarrado aún el apoyo de Vox. La formación de ultraderecha todavía sigue escocida por el desplante de Pablo Casado durante la pasada moción de censura, y como ocurriera en años anteriores, ha encontrado la excusa perfecta para tensar la cuerda y tratar de arrancar nuevos compromisos. Y ya plantean que no decidirán nada hasta la presentación de las enmiendas a mediados de este mes noviembre.

El compromiso del equipo de Juanma Moreno Bonilla pasaba por haber iniciado la tramitación de las cuentas el pasado 31 de octubre, para que el lento discurrir por la cámara autonómica permitiera tenerlos aprobados el 1 de enero. Y aunque las negociaciones con todas las formaciones políticas tomaron cuerpo ya durante el verano, la intervención del líder del PP en el Congreso el pasado 22 de octubre marcando distancias con Santiago Abascal provocó que Vox decidiera suspender la reunión que tenían prevista para esa misma tarde.

El presidente andaluz ha mantenido durante los últimos meses que, dadas las circunstancias actuales provocadas por la pandemia, le gustaría que los presupuestos contaran con el apoyo de todos los grupos. Es más, en la presentación de este miércoles el consejero de Hacienda Juan Bravo subrayó que estas cuentas, cifradas en 44.180 millones de euros, contienen un importante "blindaje de políticas sociales, la educación y la sanidad", por lo que entienden que no debería haber obstáculo para un voto a favor o la abstención por parte de los socialistas y la confluencia Adelante Andalucía (Podemos e IU). Pero, sin embargo, las proclamas de otros miembros del Ejecutivo también dejan claro que Vox sigue siendo el socio prioritario y preferente.

"SEGUIMOS NEGOCIANDO"

Con Vox hemos negociado, seguimos negociando y negociaremos, no hemos interrumpido la relación que empezó en 2019, insistió Bravo. En el ejecutivo cuentan con el precedente de años previos, cuando Vox jugó a amenazar con una enmienda a la totalidad hasta el último minuto como forma de presionar para obtener ventaja. Pero también saben que el margen de presión de la ultraderecha es limitado, porque éstos no dejarían las cuentas en manos de las formaciones de izquierda, de ahí que hayan optado por no apurar más el tiempo e iniciar ya la tramitación.

En Vox dicen ahora esperar a ver qué se ha negociado bajo cuerda con los partidos de izquierda, e insisten en reclamar lo que no lograron en años anteriores, sus tradicionales caballos de batalla ideológicos. Entonces clamaron por el pin parental, por cerrar el grifo de las subvenciones a asociaciones de memoria histórica o feministas, el adelgazamiento de la estructura instrumental de la Junta, a la que llaman administración paralela o incluso por la devolución de los menores inmigrantes a sus países de origen.

No estamos en una actitud gamberra, somos una formación con una actitud leal, seria y responsable, decía estos días el portavoz parlamentario de Vox Alejandro Hernández, para rematar a continuación con un hay cosas que ya están negociadas de antes, y hay otras que se han quedado fuera. Y ya veremos qué tratamiento se les da. Hernández advierte además que el pulso seguirá hasta mediados de noviembre, cuando se presenten las enmiendas.

450 MILLONES PARA GASTOS IMPREVISTOS DE LA PANDEMIA

El proyecto de ley de Presupuestos andaluces presentados este miércoles cuenta con un montante total de 40.188 millones, un 3.7% más que el de 2020, y plantea un crecimiento de la economía andaluza del 7% y del 5,5% en el empleo. Según describió en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno el responsable de Hacienda, las cuentas basculan sobre dos ejes: combatir la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales por un lado y sentar las bases de la recuperación por otro, apostando por el empleo, el apoyo a las empresas y su transformación digital, con especial impulso para la revolución verde que persigue Moreno Bonilla.

Así, el grueso del dinero, 22.470,7 millones de euros (55,9%) se destina a políticas de sanidad, educación y protección social, con una partida abierta de 450 millones de euros para afrontar gastos imprevistos derivados del covid-19 como principal novedad. También cobra fuerza la inversión pública, con casi 4.000 millones. Unas cuentas de equilibrio, en los mismos términos que las de 2020, y completamente distintas a las del Gobierno central, según las definió Bravo.