La Virgen del Rocío cruzaba ayer el dintel en su Ermita a las ocho de la mañana tras recorrer la aldea, en Almonte (Huelva), durante más de ocho horas con motivo de su salida extraordinaria por el primer centenario desde que se aprobara su coronación canónica en Roma, siendo coronada en 1919. Así, la Virgen recorrió la aldea como si de un Lunes de Pentecostés se tratara y con la enorme emoción y devoción de miles de personas.