La imagen de la Virgen de la Cabeza, patrona de Andújar y de la diócesis de Jaén, relució ayer en Sierra Morena en su día grande de la romería, en una procesión con tiempo primaveral en la jornada de Domingo de Misericordia, segundo domingo de Pascua lleno de color, emociones, fervor y devoción.

Decenas de miles de personas llegadas desde toda España y del extranjero asistieron en el corazón de Sierra Morena, en Andújar, a la procesión de la imagen por el cerro que le da nombre y en donde dieron muestras de su fervor en el día cumbre de una de las romerías más antiguas y populares de España, en una jornada radiante y soleada.

Con un manto rojo de terciopelo bordado en oro fino, la imagen de La Morenita fue trasladada desde su camarín hasta las andas, y desde ahí, con los sones incesantes de un repique de campanas y una lluvia de pétalos de flores, la imagen traspasó el umbral de la basílica hacia la lonja del santuario, donde fue recibida con júbilo y emoción por una multitud de fieles.

En el exterior de la basílica, la imagen de la Virgen de la Cabeza presidió la celebración de una misa mayor, oficiada por el obispo de la diócesis de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro, y cantada por el Coro de la Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza. El obispo tuvo una dedicatoria cariñosa para los ancianos, impedidos y enfermos, así como para la hermana mayor de la cofradía matriz, Eva María Soto, que había sido hospitalizada por una caída de un caballo y para la que deseó una pronta recuperación.

En su homilía, Rodríguez Magro señaló que «venimos a ofrecerle (a la Virgen de la Cabeza) el bien que sembramos y el bien que necesitamos porque la Virgen es mediadora ante Dios y ante su hijo y nosotros». A su término comenzó la procesión por los alrededores del santuario.