La Feria de Abri se encuentra ya en su ecuador, con récord de visitantes y con la vuelta del calor. Sevilla alcanzó ayer los 30 grados de temperatura en una jornada que supuso el retorno a la normalidad en cuanto a afluencia de público, después de la avalancha de turistas, especialmente los procedentes de Madrid, que aprovecharon el puente del Primero de Mayo y del Día de la Comunidad para divertirse en la feria.

Tras tres intensos jornadas que han superado las expectativas, el ferial sevillano va poco a poco recuperado su medida, la de ediciones anteriores en días de trabajo, con calles en las que se puede pasear sin esquivar a nadie, con casetas en las que se puede bailar y con un número de jinetes y carruajes que permite disfrutar del colorido y la esencia de la feria.

La quinta jornada de la feria ha sido la segunda de recepciones. Un año más el despliegue y la presencia de los principales políticos de la comunidad en un día oficial de visitas acaparó la atención de periodistas, fotógrafos y curiosos para no perderse detalle de los atuendos, especialmente en el caso de ellas. Las casetas del Ayuntamiento de Sevilla y de la cadena Ser centraron, como manda la tradición feriante, los principales focos de atención de los representantes públicos.

Políticos locales y autonómicos, empresarios, sindicalistas y distintas autoridades se dieron cita en la recepción municipal, encabezados por el alcalde, Juan Espadas; el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos; y el presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán, acompañado de la consejera de Cultura, Rosa Aguilar. Y por supuesto la presidenta Susana Díaz (vestido color coral y flor a juego en la cabeza, pero sin la pequeña mantilla), aunque minutos después de su marido José María Moriche y del hijo de ambos.

De la del Ayuntamiento a la caseta de la Ser. Antes de que llegara la presidenta apenas cabía un alfiler. Cuando se incorporó, con algunos de sus consejeros, moverse resultaba ciertamente complicado. Esta vez no hubo declaraciones, ni estaba, como el año pasado, Pedro Sánchez, pero sí la mayoría de los portavoces con los que cruza críticas y argumentos cada jueves en el pleno del Parlamento: Juama Moreno (PP), acompañado de Carmen Crespo, Juan Marín (Ciudadanos) o Antonio Maillo (IU). Teresa Rodríguez (Podemos) ni estaba ni se la esperaba, aunque sí asistieron los diputados Esperanza Gómez y Juan Ignacio Moreno Yagüe. También se dejó ver el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz.

Restan cuatro días para que la Feria de Sevilla, la ciudad efímera, eche el telón hasta el año que viene, pero todos los datos indican que el nuevo formato y ampliación aprobados en referéndum se convertirá en un éxito del crítica, público y negocio: 900 millones de euros en total.