La presidenta de la Junta, Susana Díaz, advirtió ayer del «peligro de acostumbrarnos, de resignarnos, de pensar que no tiene arreglo» el problema de la violencia de género, que calificó como «el peor terrorismo que hemos vivido, el que más víctimas ha dejado». En su discurso de entrega de los premios Meridiana, instituidos hace 20 años por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Díaz recordó que desde 2003 han sido 900 las mujeres y niños asesinados por las parejas o exparejas, por lo que señaló que la sociedad debe alcanzar «de una vez por todas» un consenso en esta materia.

Consenso que debe materializarse en un pacto de Estado contra la violencia machista: «Es preciso que haya un consenso general para erradicar este terrorismo machista», dijo la presidenta, quien también advirtió de las «tentaciones» de achacar o justificar actitudes machistas a los efectos de la crisis y al consiguiente empobrecimiento social, a la vez que alertó de que el empobrecimiento «se ha feminizado». Díaz reprochó que un informe coordinado por el Ministerio del Interior haya achacado el recrudecimiento de la violencia machista a que «las mujeres han decidido separarse más rápido», porque eso supone «culpabilizar a las mujeres frente a quienes creen que tienen derecho sobre ellas».

También pidió que «el lenguaje ayude a la igualdad y el respeto» al recordar la lucha de la mujer onubense para que la Real Academia suprima de su diccionario la expresión «sexo débil» para designar al femenino.

Díaz confesó su tristeza por que a estas alturas del año ya sean 17 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, algo que -señaló- debe hacer pensar en si en vez de avanzar no se ha dado algún paso atrás, ante lo cual garantizó que su Gobierno permanecerá vigilante para que «los caminos que se han abierto no se vuelvan a cerrar».

Según Díaz, es intolerable que haya mujeres que tengan que renunciar a ser madres por motivos laborales y la recuperación económica «se tiene que dar en el conjunto de la sociedad, y en hombres y mujeres por igual».

«Andalucía tiene la responsabilidad de seguir levantando la bandera verde y blanca de la igualdad», concluyó la presidenta en alusión a las políticas pioneras desempeñadas por el Gobierno andaluz en igualdad entre hombres y mujeres.

La periodista Monserrat Domínguez, que hizo uso de la palabra en nombre de todos los premiados, recordó que en la Puerta de Sol de Madrid se ha llevado a cabo una huelga de hambre, para llamar la atención contra los asesinatos de mujeres, y subrayó que el comienzo del 2017 es el más negro de la última década en lo que a víctimas de violencia machista se refiere.

Además de Monserrat Domínguez han recibido los premios Meridiana la socióloga cordobesa Carmen Ruiz Repullo, por sus investigaciones en materia educativa; Macarena Gilo, primera práctico de un puerto español, en Algeciras; la maestra Juana Zarzuela, por su implicación en hacer valer los derechos de las mujeres con discapacidad intelectual; la directora del diario Granada Hoy, Magdalena Trillo Domínguez; la investigadora en drogodependencias Nuria Romo Avilés; la Asociación de Mujeres Zaharilla, por su promoción de la mujer en el medio rural desde Zahara de la Sierra; y la empresa Castreña de Servicios Asistenciales, por ocupar a mujeres en la atención a personas mayores.

Igualmente han recibido el premio la economista Paula Rodríguez Modroño; la regatista Marta Garrido Peña; la cantante María del Mar Rodríguez Carnero -Lamari, de Chambao-; y los juristas Ana Cabrián García, Juan Carlos Aparicio Tobaruela y Carmen Solera Albero.