La batalla iniciada en el registro del Ayuntamiento maleno con la presentación de la moción de censura contra Guillermo Benítez se ha trasladado a los atriles de la capital, donde los líderes de los dos partidos mayoritarios (PSOE y PP) se acusan mutuamente de alentar el transfuguismo. Juan Pablo Durán, secretario provincial del PSOE, culpó a José Antonio Nieto, presidente del PP cordobés, de ser el autor intelectual de la moción de Posadas y de no tener escrúpulos "ni en lo político ni en lo personal" al servirse del voto de un tránsfuga (el portavoz de IU) para hacerse con el poder, igual, dijo, que ocurrió en Pozoblanco. A juicio de Durán, "en política no vale todo", pues afirma que lo que el PP busca con la moción de Posadas es que salga "la ideología y entre el interés personal".

También se pronunció al respecto el secretario provincial de Organización, Miguel Serrano, quien calificó al PP como "una banda que se nutre de tránsfugas para quitar gobiernos progresistas" y reprochó de nuevo el apoyo del PA, al que acusó de querer tapar irregularidades conjuntas, como en Priego.

Por su parte, Federico Cabello de Alba, secretario general del PP cordobés, señaló que su partido en su momento, propuso que el cambio de Posadas "lo liderase el PSOE, pero dimitiendo el alcalde", pero que la situación de este municipio se había hecho ya insostenible.

Además, Andrés Lorite, vicesecretario general provincial del PP, ha rechazado que tanto el caso de Posadas como el de Pozoblanco se trate de transfuguismo y recuerda el caso de Rosa Aguilar, "que se acostó siendo alcaldesa por IU y se levantó siendo consejera por el PSOE". Sin embargo, Juan Pablo Durán respondió que la actual consejera con su cambio no ha arrebatado el poder a nadie.