La líder andaluza de Podemos, Teresa Rodríguez, reconoció ayer que no esperaba una reacción «tan fuerte» del secretario de Organización de su partido, Pablo Echenique, ante la confluencia que está forjando en Andalucía de la mano de IULV-CA, si bien advirtió que confía en que se reconstruyan los puentes a nivel personal «porque el proyecto lo merece». «Lo más importante es conseguir que la siguiente generación no se acostumbre a vivir sin derechos, cuando eso es lo más importante, el resto de cosas se arreglan todas», aseguró. No obstante, advierte que «a veces parece que Sierra Morena es como el Everest, y que Andalucía es un barrio del sur de Madrid al que solo se escucha cuando grita, cuando demanda, cuando reivindica, cuando pone sobre las mesa sus demandas históricas, y el resto del tiempo parece que no tiene la presencia que merece aunque sea por población, ni en los medios ni en los debates públicos».

Ante la posibilidad de que la dirección de Pablo Iglesias pudiera intervenir en la organización andaluza decidiendo su destitución, Rodríguez aseguró que no está en política para tener «miedo» de sus compañeros. «Tengo miedo a que nos pongan un almacén de gas en Doñana o que nos carguemos el acuífero de Taberna, a eso sí», advirtió