Un grupo de personas pertenecientes en su mayoría a la marea blanca gaditana en defensa de la sanidad pública recibieron ayer a la presidenta andaluza, Susana Díaz, al grito de «fuera de Cádiz» mientras la jefa del ejecutivo accedía al Ayuntamiento gaditano. Poco antes de la llegada de Díaz a la Casa Consistorial, donde fue recibida por el alcalde, José María González, y su equipo de Gobierno, numerosas personas se concentraron ante el edificio y gritaron.

Cuando accedían al edificio el consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, y el delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, Fernando López Gil, uno de estos manifestantes saltó el cordón de seguridad, compuesto por vallas, portando una pancarta y fue rechazado por la Policía. En ese momento, un grupo de manifestantes rompió el cordón de vallas y profirió gritos de «fuera de Cádiz» contra la comitiva de la presidenta.

REUNIÓN FRUCTÍFERA / La presidenta de la Junta y el alcalde de Cádiz, José María González, mantuvieron ayer una «larga», «agradable» y «fructífera» reunión, en palabras del primer edil, en la que se desbloquearon numerosos proyectos para la ciudad, entre ellos el del Museo del Carnaval. A la salida de la reunión, de casi dos horas, Susana Díaz agradeció al alcalde de Cádiz «el tono del encuentro» y éste, a su vez, comentó su satisfacción porque ha sido «del todo productivo» y porque se ha hablado de «soluciones» a proyectos importantes de la capital gaditana.

Díaz mostró su comprensión hacia los manifestantes que protestaban por su visita y dijo que «no es la primera vez» que «colectivos que pasan dificultades» aprovechan sus visitas a Cádiz para hacerse oír, «unas veces con más cariño y otras a gritos». «Yo lo comprendo», apuntó. EFE