El juzgado de guardia de Algeciras decretó ayer el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, del capitán de la Policía Judicial de la Guardia Civil detenido por su colaboración con el narcotráfico en el campo de Gibraltar. Fuentes judiciales han explicado que, a la espera de que concluya la investigación, al capitán se le atribuyen de momento los supuestos delitos de revelación de secretos, omisión del deber de perseguir delitos, prevaricación y pertenencia a organización criminal.

La detención del capitán, identificado como Joaquín F., se produjo la tarde del miércoles, después de «complejas y discretas» pesquisas por parte de la brigada de asuntos internos. Y es que las sospechas no podían ser peores: quien tenía encomendada la labor de perseguir a los narcotraficantes en una de las zonas calientes del tráfico de estupefacientes de toda Europa en realidad colaboraba con ellos. El arresto, por tanto, sentó como un mazazo entre los agentes de la zona. Tras su detención, el capitán pasó la noche en el calabozo de la misma comandancia donde tenía su despacho, que fue registrado concienzudamente durante este jueves. También su vivienda particular, ubicada en Tarifa, donde estuvo destinado un tiempo. Los agentes hallaron 30.000 euros.

VÍNCULOS CON NARCOS / Fuentes del caso explican que la investigación se remonta varios meses atrás, y vincula al agente arrestado y ya en prisión con algunas de las principales redes de narcos de la zona, como la de Emilio José Mazuelo, alias Emilio el Moro, o Abdellah El Haj Sadek, conocido como el Messi del hachís. Éste, tras entregarse a la Policía en invierno de 2017 y quedar en libertad merced a un supuesto acuerdo con la fiscalía, se fugó el pasado marzo a causa de «la enorme presión» policial a la que se sentía sometido, especialmente desde la puesta en marcha del plan especial de seguridad contra el narco.

Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) han expresado su preocupación, repetida en los últimos meses, sobre una detención que evidencia «la extensión de los tentáculos del narcotráfico en la provincia de Cádiz hasta altas instancias de la Administración y la función pública». De hecho, son ya varias las ocasiones en las que miembros de las fuerzas de seguridad del Estado se han visto implicados en operaciones contra las redes de narcotraficantes en el Estrecho de Gibraltar.

En este sentido, la asociación denunció que dicho plan especial del ejecutivo, puesto en marcha el pasado verano, «es un parche absolutamente insuficiente», de ahí que reclamen la necesidad de un programa integral y «permanente» que aborde la lucha contra el narcotráfico desde «todas sus derivaciones». Así, insisten en declarar la comarca como zona de «especial singularidad», lo que permitiría fomentar la especialización de los agentes destinados, y reclaman incentivos para «compensar la peligrosidad».

Desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), lamentaron que «el que debería estar al frente de toda esta lucha pudiera estar manchado por el narcotráfico (…) y los delincuentes que nos acosan y agreden sin importarles nuestra vida», recordando que algunos agentes han perdido la vida precisamente persiguiendo a estos narcos o han recibido agresiones continuas al intentar abortar los alijos. «No queremos ningún garbanzo negro en la Guardia Civil. Nos levantamos y vamos a trabajar cada día por un sueldo muy inferior al que el más bajo de la pirámide del narcotráfico consigue en unas horas, pero lo hacemos sabiendo que cumplimos con la sociedad, por eso que un integrante de la Guardia Civil pueda estar asociado con estos delincuentes debe ser investigado hasta el final», indicó la asociación en un comunicado.