El consejero andaluz de Hacienda, Industria y Energía, Juan Bravo, dijo ayer que el presupuesto de la Junta de Andalucía para este año, que su departamento presentará antes del 1 de junio, «no será el más bonito, pero sí será creíble y eficiente». Bravo criticó que las cuentas de los gobiernos socialistas «prometían mucho», pero nunca ejecutaban el gasto anunciado, pues se elaboraban «sin rigor y a sabiendas del incumplimiento», y citó el caso, «especialmente doloroso», de las becas educativas Adriano, de las que sólo se gastaron 4,8 de los 40,5 millones presupuestados. El nivel de ejecución de las inversiones productivas de la Junta de los últimos cinco años apenas alcanza la mitad de lo presupuestado, por lo que el consejero pide que el presupuesto que elabore su departamento se compare «con lo ejecutado y no con lo prometido» por el anterior gobierno socialista. «Nuestro presupuesto podrá parecer inicialmente menos bonito, con menos inversión, pero comparemos la inversión ejecutada, no la presupuestada; en todos los ámbitos de la Junta lo que me encuentro es inejecución presupuestaria; se promete cien pero se gasta veinte. Para no cumplir, se puede prometer lo que se quiera, pero ese engaño a los ciudadanos nosotros no lo podemos hacer», apostilló. Aunque considera «prematuro» adelantar una cifra global del presupuesto de 2019, sí confirma que deberá crecer con respecto al de 2018, entre otras causas obligadas, por los más de 1.300 millones de euros de gasto comprometido que ha dejado el anterior ejecutivo, como por ejemplo en acuerdos salariales con funcionarios o compra de libros de texto, o los 500 millones pagados en sentencias judiciales contrarias a la Junta. «El Gobierno anterior no nos ha dejado presupuestos, pero sí compromisos de más de mil trescientos millones», se lamentó el consejero.