El Gobierno andaluz de PP y Cs exhibió ayer unidad en torno a la elaboración del proyecto de los Presupuestos autonómicos para 2019 y garantizó que no se ha producido ningún tipo de negociación entre ambos partidos, ni tan siquiera dentro de los grupos parlamentarios, ya que únicamente cada consejería planteó a Hacienda sus necesidades cuando les remitieron las directrices y los marcos en los que moverse. El vicepresidente andaluz y líder de Cs en la comunidad, Juan Marín, manifestó que ha sido «un trabajo complicado y complejo», ya que Hacienda ha tenido que trabajar primero con un presupuesto prorrogado, elaborar otros para 2019 y ahora se pondrán «de inmediato» a trabajar en las cuentas de 2020. Marín subrayó que el presupuesto «desmonta en gran medida los mantras que algunos han pretendido lanzar de que éste sería un presupuesto de recortes» y permite que el gobierno del PP y Cs «vuelva a generar confianza».

El consejero de Hacienda, Juan Bravo, señaló que el proyecto de Presupuestos es «creíble antes que bonito» y enfatizó que «lo que le importa a los ciudadanos no es lo que pintamos en las cuentas sino lo que gastamos; podemos pintar una carretera y luego no hacerla, o prometer un colegio tres veces y luego no hacerlo; estaríamos engañando y eso no lo podemos hacer», apostilló.

La secretaria general del PP-A, Dolores López, dijo que confía en que todas las fuerzas políticas tengan «altura de miras» durante la tramitación parlamentaria del proyecto de Presupuestos para 2019, y apostilló: «Es muy difícil decir que no a los presupuestos más sociales de la historia».

El portavoz parlamentario del PSOE-A, Mario Jiménez, rechazó el proyecto de Presupuestos al sostener que incrementa la presión fiscal, no prioriza la creación de empleo y la educación pública, unas cuentas -dijo- de un gobierno de derechas que «desmontará» los servicios públicos. El dirigente socialista manifestó que, a la espera de estudiar el proyecto en profundidad, «sorprende» que el presupuesto en empleo haya caído un 15%. «Es evidente que la creación de empleo no es la prioridad el Ejecutivo, pese a las promesas electorales», criticó Jiménez, que aseguró que «aumenta» la presión fiscal en una décima para la mayoría de ciudadanos, «salvo para los 300 más ricos y los que ingresan más de 120.000 euros anuales», lo que «contradice» los principios fiscales del gobierno bipartito, añadió.

La portavoz de Adelante Andalucía, Angela Aguilera, dijo que el proyecto de Presupuestos confirma las «peores sospechas» de su formación, por lo que pidió al Gobierno bipartito que lo «devuelva a su legítimo dueño, que no es otro que Santiago Abascal. Vamos a pedir al señor Moreno Bonilla y al señor Marín que se lo devuelvan a la ultraderecha, que es quien ha hecho el presupuesto desde Madrid», manifestó tras asegurar que Ejecutivo andaluz es un «rehén político». Denunció que la «bajada masiva de impuestos» se ha traducido en un recorte de 150 millones de euros en las políticas de empleo, lo que consideró un dato «espeluznante».

La secretaria general del CCOO de Andalucía, Nuria López, calificó de «ambiguo» lo que conoce de los Presupuestos y señaló que hay «orientaciones que no nos gustan por la restricción en el gasto». López indicó que con estas cuentas la Junta «tiene una oportunidad para decir cuál es su orientación política tras cien días de Gobierno, ya no valen excusas». Advirtió de que el sindicato «no va a permitir que los presupuestos sean restrictivos de derechos para el conjunto de los trabajadores». López dijo que en el proyecto «hay cosas que no nos gustan, porque hay una enorme ambigüedad calculada.