«No queremos un matrimonio de conveniencia, queremos una relación abierta a la que se incorpore mucha más gente», afirmó ayer Teresa Rodríguez, máxima autoridad de Podemos en Andalucía, quien espera que se sume a su carta abierta la ciudadanía andaluza «que quiere participar de un proyecto nuevo en primera persona, en el que las organizaciones no pierden ni un atisbo de su identidad, de su patrimonio y de su bagaje». Más de 50.000 personas, según sus cálculos. Este espacio quiere ser «un lugar amable y de generosidad hacia quien quiere aportar lo que trae para construir un proyecto de cambio para Andalucía», toda vez que ha rechazado centrar la confluencia en discusiones orgánicas porque «perdemos de vista la necesidad de generar un cambio que dé esperanza a las siguientes generaciones». «Tenemos un reto de coyuntura histórico, plantear una alternativa en Andalucía tras casi 40 años de un gobierno socialista que está caduco, al que le falta sangre en las venas y que continúa por inercia, porque la salida no puede ser la derecha», añadió Teresa Rodríguez, para apuntar que centrarán todos sus esfuerzos en «plantear una alternativa al susanismo que no pase por la derecha».

Antonio Maíllo (IU), por su parte y tras incidir en que el preacuerdo ha logrado una ratificación «formidable» de las dos organizaciones andaluzas, ha hecho hincapié en que el proyecto fluye «en pos de una apuesta de unidad que es un llamamiento y una apelación al pueblo andaluz con ganas de cambio». «Presentamos una carta abierta a la gente que tiene hambre y sed de cambio en Andalucía, desde un proyecto que tiene dos convicciones, que somos garantía de ser dique de contención a las derechas, y que también tiene capacidad, voluntad y la formidable ambición de ser alternativa al PSOE-A», agregó el líder de IU.