La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, presentó ayer al Consejo de Gobierno la estrategia para el impulso de la caza sostenible en Andalucía como motor económico de las zonas rurales que evite el éxodo y permita fijar la población al territorio, al tiempo que facilita su aportación al producto interior bruto (PIB) de la comunidad. Andalucía cuenta en la actualidad con más de 256.000 cazadores con licencia, de los que más de 100.000 están federados. Los cotos de caza, privados o deportivos y las reservas andaluzas para esta actividad superan los 7.500. Además, el sector cinegético emplea a 45.000 personas en Andalucía, de los que 12.000 son empleos directos, a lo que hay que unir los servicios asociados indirectos a través de la hostelería, restauración, viajes, equipamiento o taxidermia.

Por todo ello, la Junta subraya en un comunicado su «compromiso permanente» de reivindicar «no sólo la legalidad de la actividad deportiva y su necesidad desde el punto de vista económico y social, sino la del propio medio ambiente para la conservación de la biodiversidad y de los bosques».

El respaldo de la Junta a la caza como actividad sostenible se plasmó en un documento firmado el 9 de abril con la Federación Andaluza de Caza. Este acuerdo contempla un desarrollo normativo acorde con la realidad actual mediante el desarrollo del reglamento andaluz de caza a través de distintas órdenes y la agilización y eliminación de trabas administrativas.