Centenares de vecinos de Pilas (Sevilla) despidieron ayer a tres de los asesinados en un presunto caso de violencia machista en Pau (Francia) el pasado 9 de julio, en una jornada de duelo que se inició en torno a las dos de la madrugada, con la llegada de los cuerpos a la localidad. Las muestras de cariño a la familia se repitieron durante toda la noche tanto en el tanatorio como en la iglesia parroquial Santa María La Mayor, a la que llegaron los tres féretros poco antes de las diez de la mañana, donde se ofició un funeral de algo más de media hora de duración en el que se llenaron las tres naves del templo. Los familiares agradecieron públicamente a varias entidades, a la Embajada de Francia en España y al cónsul español en Pau, Julio Montesinos, su implicación directa en los trámites para repatriar los cuerpos.