El Parlamento andaluz acordó ayer, tras un debate sobre sanidad que fue seguido por representantes de distintas plataformas ciudadanas, instar a la Junta a impulsar un pacto social con los partidos, los sindicatos, los empresarios y las asociaciones en defensa del sistema sanitario público andaluz. Este pacto, propuesto por el PSOE y que ya había avanzado el consejero de Salud, Aquilino Alonso, durante su intervención en el debate, ha contado con el respaldo de todos los grupos, salvo el PP.

Muchas de las propuestas se refieren -directa o indirectamente- a la gestión sanitaria en Granada, donde se produjeron las primeras movilizaciones ciudadanas, entre ellas la de poner en funcionamiento, antes del 1 de junio, dos hospitales completos con direcciones independientes y cartera de servicios diferenciadas, iniciativa presentada por Podemos y aprobada por unanimidad.

La Junta tendrá que poner en marcha un nuevo plan de infraestructuras sanitarias de Andalucía consensuado con los profesionales, en virtud de una propuesta del PP, así como de Ciudadanos, que también vio aprobada su iniciativa de impulsar un plan de infraestructuras en todas las provincias en un plazo no superior a cuatro años. También fue respaldada, con el único voto en contra de IU, la propuesta del PP que insta a la Junta a establecer un nuevo modelo de gestión sanitaria que incorpore una profunda reforma orientada a la mejora de resultados asistenciales, así como a que impulse «un gran pacto sanitario, que al margen de debates ideológicos, afronte los problemas reales de la sanidad en Andalucía». El PP vio aprobada, igualmente, su resolución para que se acelere la recuperación de los derechos perdidos por los profesionales sanitarios.

PARTICIPACIÓN CIUDADANA / Todas las propuestas del PSOE fueron aprobadas y la mayoría dirigen sus exigencias al Gobierno de la nación, aunque fue apoyada otra de sus resoluciones que insta a la Junta a articular nuevas formas «efectivas» de participación de los ciudadanos en las decisiones «estratégicas» del sistema sanitario. Entre las resoluciones de IU que han salido adelante -18 de ellas por unanimidad- destacan la de revisar los conciertos sanitarios «dimensionándolos a la baja gradualmente», lo que fue respaldado con los votos del voto del PSOE y Podemos, así como ajustar el plan de verano a las necesidades asistenciales (aprobado con el voto contrario el PSOE).

Además, a instancias de Ciudadanos, la Junta debe presentar un plan estructural antes de abril para mejorar las listas de espera, y destinar a la sanidad una partida anual, al menos, dos puntos superior al porcentaje de incremento presupuestario total.

Con la abstención del PP y Ciudadanos, se aprobó la propuesta de Podemos de instar a la Junta a que deje sin efecto los límites de la tasa de reposición actual y volver a las 35 horas de jornada laboral, y que se establezca un «suelo» de gasto sanitario público anual del 6,5 % del PIB andaluz.

El debate monográfico comenzó con la intervención del consejero de Salud, Aquilino Alonso, que emplazó a los cinco partidos a trabajar en un pacto por la sanidad pública andaluza.