El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, garantizó ayer que si, finalmente, se reabriera la mina de Aznalcóllar (Sevilla) sería «una vez que pasara todos los controles ambientales» y tras sufrir la zona una restauración ejemplar una vez que hace 20 años, el 25 de abril de 1998, sufrió el mayor vertido tóxico de la historia de España por la rotura de un muro de contención de una balsa de decantación. En declaraciones a los periodistas durante la visita al Corredor Verde del Guadiamar, coincidiendo además con el XV aniversario de su declaración como paisaje protegido y junto a la nueva directora del CSIC Andalucía, Margarita Paneque; la delegada del Gobierno en Sevilla, Esther Gil, y el alcalde de Sanlúcar la Mayor, Raúl Castilla, el consejero señaló que «una empresa tiene adjudicados los derechos mineros y pretende abrirla y el Ayuntamiento está por la labor de reabrirla. No sé si reabrirá o no, pero si se reabre será después de pasar todos los controles ambientales que estamos obligados a hacer. Ahora se está tramitando la autorización ambiental, incluso la empresa dice que vamos muy lentos, pero no hay más remedio para mirar con lupa cualquier cuestión», añadió. El consejero declaró también que la minería del siglo XXI «no tiene nada que ver con la que se practicaba en el siglo XX y XIX» e insistió en que «la normativa ahora es más estricta, con mayores exigencias y muy vigilantes para que esto no ocurra. Las propias empresas mineras que se instalan en Andalucía dicen que no hay ninguna comunidad europea que tenga una normativa tan exigente en esta materia. Es una actividad legal, regulada y hay que vigilar y eso es lo que hace la Junta». Y recordó que la Junta ha invertido 165 millones de euros para la restauración de este paraje natural. La Asociación de Empresas Investigadoras, Extractoras, Transformadoras Minero-Metalúrgicas y de Servicios (Aminer) recalcó también ayer el papel de Andalucía como referente en el sector minero internacional y aseguró que la minería andaluza opera con la «máxima garantía». Sin embargo el científico del CSIC y exdirector de la estación biológica de Doñana, Miguel Ferrer, expresó sus reticencias a la posible apertura de la mina de Aznalcóllar si no se implementan procedimientos extractivos que garanticen una mayor seguridad ambiental. «Si se pretende volver a hacer de forma parecida a como se hacía, nosotros no opondríamos», avisó Ferrer, que destacó la peligrosidad, del uso de balsas «para extraer el mineral».