La presidenta andaluza, Susana Díaz, ha garantizado que no va a adelantar las elecciones autonómicas porque están «trabajando y gobernando», con presupuestos aprobados, aunque el líder del PP, Juanma Moreno, considera que la estabilidad de la que presume está «secuestrada siempre a sus intereses personales».

En la sesión de control al Gobierno, Moreno ha defendido que esta puede ser «la legislatura más corta de la historia de la autonomía» porque empezó «dos años tarde», cuando los socialistas «cerraron el paso» a Díaz para «huir» de Andalucía, y acabará «cuando más le convenga» porque cree que su ambición no está en la comunidad.

El dirigente popular denunció la falta de actuación del nuevo Ejecutivo que Díaz diseñó antes del verano, lo que se une a las manifestaciones «en las calles», la «soledad» de Díaz en su partido y que esté «cercada una vez más por las irregularidades».

La presidenta aludió al miedo que cree que tiene Moreno ante unas elecciones autonómicas y vaticinó que el resultado que obtuvo en 2015 «no fue su suelo, fue su techo electoral», y eso lo demuestra su «nerviosismo».

En la disputa, Moreno criticó la «chapuza y fullería» de la Junta con la jornada de 35 horas semanales para los empleados públicos, con la que cree que se ha «engañado» a estos trabajadores con «promesas falsas» por interés electoral. Moreno defendió que Díaz no pidió el informe al Consejo Consultivo «porque sabía que era ilegal», criticó que no ha llamado «ni una sola vez» al Gobierno y que ahora dé marcha atrás.

Díaz calificó de «fantasmada» la actuación de Moreno a este respecto, ya que cree que junto al presidente, Mariano Rajoy, y al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha dedicado a «boicotear» la medida.