La localidad sevillana de Dos Hermanas, donde residía Rocío Cortés, la joven de 25 años fallecida el domingo en el hospital Virgen de Valme, le dio ayer un multitudinario adiós. El coche fúnebre, acompañado de una larga comitiva compuesta por familiares y amigos rotos de dolor, salía sobre las 12.00 de las inmediaciones de la capilla del cementerio de San Pedro.

La madre de la joven, María del Carmen Núñez, sufrió un desmayo durante el funeral y tuvo que ser atendida por los servicios médicos desplazados en el lugar. También otros familiares necesitaron asistencia.Destacó la presencia de multitud de jóvenes que quisieronacompañar a la familia de Rocío Cortés en su último adiós, una madre que deja tres niñas de muy corta edad, la más pequeña de tan solo tres días e ingresada por un problema de cardiopatía aunque «controlado».

Antes del entierro, los padres de la joven fallecida atendieron a los medios. Su madre, muy emocionada, pidió que se encuentre al «responsable» de la muerte de su hija y que los hospitales cuenten con ascensores «adecuados», E.P.