El pleno del Parlamento andaluz acogió ayer un debate de guante blanco, a diferencia de la bronca que presidió el anterior, y con un presidente, Juanma Moreno, que agradeció las preguntas de todos los grupos, hasta el punto de que solo faltó que se coreara «que se besen, que se besen». En las cinco preguntas formuladas al Gobierno, destacó que la líder socialista y expresidenta andaluza, Susana Díaz, no aludiera a la fragilidad del Ejecutivo del PP y Ciudadanos ni a su dependencia de Vox, formación política a la que no nombró en su intervención, lo que ocurre por primera vez en lo que va de legislatura.

Moreno agradeció a Díaz que, «por fin», hubiera encontrado el «tono» en su intervención como líder de la oposición y que pudieran protagonizar un debate «razonable y sensato» después de que la dirigente del PSOE le preguntara por las personas dependientes atendidas por la Junta. En ese tono conciliador, el presidente se mostró dispuesto a estudiar un incremento de la partida destinada a la atención a la dependencia si el PSOE apoya el proyecto de Presupuestos.

Antes de ese ofrecimiento, Díaz subrayó que asumía su papel en la oposición y que Moreno, sin embargo, no le había contestado a 20 preguntas en las ocho sesiones de control celebradas esta legislatura, a la vez que discrepó de los datos que le ofreció el presidente. Moreno sostuvo que, a 30 de junio de este año, hay 213.198 personas atendidas frente a las 212.243 el 31 de diciembre del pasado año, y subrayó que «en seis meses hay más personas atendidas en Andalucía y más prestaciones, vamos por buen camino, pero aceptaré cualquier propuesta de mejora». Díaz replicó que las cifras ofrecidas por Moreno no están «avaladas» por el ministerio, y advirtió: «Estaremos pendientes en los próximos meses para saber si los datos son los correctos».