Más de 60 afectados han pedido ya a Facua-Consumidores en Acción que emprenda acciones en su defensa para reclamar indemnizaciones ante los perjuicios sufridos por el brote de listeriosis vinculado a los productos de la empresa sevillana Magrudis (La Mechá).

Casi 300 personas forman parte de la plataforma creada por Facua para asesorar a los afectados, a través de la web Facua.org/LaMecha, a los que está enviando información sobre sus derechos y las perspectivas del caso, según recoge Facua en un comunicado.

De ellos, a fecha de ayer, 14 de septiembre, un total de 64 se han dado de alta en la asociación como socios de pleno derecho. En este sentido, Facua anunció que si, «como es previsible, no logra una solución extrajudicial a las reclamaciones que presente en nombre de sus socios plenos, solicitará las personaciones de aquellos que lo deseen en la causa penal» abierta en el Juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla como consecuencia de la querella presentada por la asociación y las actuaciones iniciadas por la Fiscalía.

La asociación interpuso una querella contra Magrudis por posible delito contra la salud pública el pasado 23 de agosto que recayó en el citado juzgado. Esta semana presentó una ampliación de la querella, en la que solicita que «se impute al administrador de la empresa, Sandro José Marín Rodríguez, y a su padre, que se presenta públicamente como gerente, José Antonio Marín Ponce, tanto por el citado delito como por los de lesiones, aborto y homicidio». Facua destacó que la legislación establece el derecho de los consumidores a reclamar indemnizaciones tanto por los días incapacitantes como no incapacitantes en los que hayan sufrido daños en su salud, hayan estado o no hospitalizados. Por tanto, precisó que «ni siquiera es necesario que les hayan dado de baja laboral» porque «lo importante es acreditar, con el debido informe médico, qué tipo de perjuicios han sufrido». «Los casos más graves, para los que obviamente ninguna indemnización reparará jamás el daño causado, son aquellos que representen graves secuelas, las interrupciones de embarazos y los fallecimientos», aseguró Facua. Como el de un matrimonio de la provincia de Sevilla, que consumió el producto en 2018 y la mujer abortó.