El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, defendió ayer que no se puede tener «miedo» a reformar el Estatuto de Autonomía para eliminar los aforamientos, ya que se modificarían solo cuatro artículos, y acusó al PSOE de mantener una posición «de muy poca responsabilidad» al crear «una alarma innecesaria». En una comparecencia parlamentaria en el pleno, Marín se enfrentó a las críticas del portavoz del PSOE, Mario Jiménez, quien afeó «las formas» empleadas por Ciudadanos para proponer a los grupos la reforma, ya que denunció que se han limitado a mandarles un mensaje de wasap para que firmen la propuesta.

Marín lamentó que el PSOE quiera crear «una alarma innecesaria» a los andaluces con la reforma del Estatuto, ya que explió que la propuesta del Gobierno es la modificación de solo cuatro artículos que hacen referencia a los aforamientos de los diputados, del presidente del Gobierno, de los consejeros y a la competencia del TSJA para conocer esos casos.

«No hay que tenerle miedo a los cambios; en 2007 se reformó el Estatuto, hubo un referéndum y no pasó nada», dijo Marín, quien cree que la celebración obligatoria de la consulta a los andaluces no puede convertirse en «la excusa» para no apoyarlo.

Jiménez, que subió al atril con un ejemplar del Estatuto, respondió a Marín poniendo en valor el largo trayecto que recorrieron las fuerzas políticas para la reforma del 2007 y afeando al vicepresidente que ahora lo quieran resolver «en cinco minutos». Compartió que las leyes «no hay por qué escribirlas en piedra» y que quizás hay que plantearse una reforma tras 12 años, pero «fruto de una reflexión sosegada y no de un anuncio electoral».

Marín acusó al PSOE de querer «escurrir el bulto» amparándose en una reforma más amplia del Estatuto y recordó que «no son cinco minutos, son cuatro años», ya que Ciudadanos firmó con ellos la supresión de los aforamientos en el pacto de investidura de la pasada legislatura pero nunca se cumplió. Replicó a Jiménez que en la reforma del 2007 se tardó seis años porque se pasó de 75 a 250 artículos, haciendo en la práctica «un estatuto nuevo», y ahora de lo que se está hablando es de suprimir cuatro artículos únicamente. «El Estatuto de Autonomía y la bandera de Andalucía no es de ningún partido», espetó Marín.

El vicepresidente afirmó que el Gobierno propondrá reformar el Estatuto «en todas aquellas cuestiones» que «benefician» al conjunto de los andaluces, como en este caso los aforamientos, que permitirán eliminar «los privilegios» de los políticos. La elección de hacerlo con una proposición de ley presentada por los grupos ha respondido a un criterio de «agilidad» porque se comprometieron con los andaluces a promoverlo en cien días.

Jiménez insistido en sus críticas con «las formas» empleadas por Ciudadanos, ya que ven como una falta de respeto al Parlamento, a la autonomía y al PSOE que quieran afrontar la reforma «con un mensaje de wasap».

«En una reforma estatutaria la forma es el fondo, y ustedes no han respetado ni mínimamente la forma», agregó Jiménez, quien manifestó que para abordar este tipo de reformas primero hay que promover un gran pacto político, «no al revés».