El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Juan Marín, aseguró ayer que los datos de ocupación en el sector turístico en Andalucía para este verano son «muy esperanzadores y muy positivos» a pesar de la crisis que ha ocasionado la pandemia por el covid-19, toda vez que se mostró convencido de que en el 2021 «será un año de crecimiento por encima del 7 por ciento».

La pandemia de covid-19 acarrea consecuencias en el turismo, un sector que antes planteaba un escenario «terrorífico» para julio y agosto pero que «se va superando». De hecho, Marín recalcó que los mejores datos para este verano parece que se van a dar en el turismo de interior, donde las ocupaciones «de media superan el 70% en julio». «El año pasado, que fue el mejor año de turismo en cuanto los viajeros que vinieron, no se llegaron a esas cifras», precisó.

Sobre el turismo de sol y playa indicó que se está comportando de forma distinta según la provincia. Por ejemplo, las reservas en Cádiz están en torno al 60%, pero otras provincias como Málaga, que depende mucho del turismo internacional, la ocupación prevista ronda el 30-50%, «ahí está el gran problema».

La Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos) prevé que la ocupación hotelera alcance en el destino una media del 36,3% en julio y un 42,7% en agosto, con una clientela mayoritariamente nacional.

La patronal informó en un comunicado de que los establecimientos que ya están abiertos y los que abrirán hasta finales de mes suman 155, con un total de 43.215 plazas, y aseguró que las previsiones de ocupación para julio y agosto «no son nada esperanzadoras». Aehcos señala que de esos porcentajes de ocupación se calcula que un 16% de los clientes sean extranjeros en julio, mientras que este porcentaje se elevará al 26» en agosto.