El Juzgado de Violencia sobre la Mujer 2 de Granada ha decidido no reabrir las diligencias previas ni adoptar medidas cautelares que había solicitado sobre su caso de maltrato Juana Rivas, la vecina de Maracena obligada por orden judicial a entregar a sus hijos a su expareja, el italiano Francesco Arcuri. La juez explica que, para la pretendida reapertura, Rivas se sirvió de informes psicológicos «que carecen de trascendencia alguna a los efectos pretendidos».