El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, recibió ayer en Málaga al presidente francés, François Hollande, para copresidir la cumbre bilateral que, además de abordar las relaciones bilaterales, sirvió para para lanzar un mensaje común en favor del proceso de integración europea. Rajoy saludó a Hollande en el aeropuerto y a continuación ambos se trasladaron hasta el centro de la ciudad, donde fueron recibidos por la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, y por el alcalde malagueño, Francisco de la Torre, ambos integrados en la ceremonia protocolaria de la cumbre.

Fue a las puertas del Rectorado de Málaga donde ambos recibieron honores militares, escucharon los himnos de sus respectivos países y pasaron revista a las tropas. Una compañía y la escuadra de gastadores de la Legión pertenecientes al IV Tercio Alejandro Farnesio de Ronda fue la que protagonizó los honores, mientras que los himnos fueron interpretados por la banda de música de la Brigada Alfonso XIII de la Legión, con sede en Viator.

Rajoy y Hollande saludaron posteriormente a las respectivas delegaciones, de la que formaban parte ministros y asesores. A ese saludo se sumó también Susana Díaz, que se incorporó igualmente a la foto de familia que protagonizaron las dos delegaciones en los jardines de Pedro Luis Alonso y con la Alcazaba de fondo. En el momento de la foto, Rajoy sugirió a la presidenta andaluza situarse a su izquierda, aunque el protocolo ubicó finalmente en ese lugar al alcalde de Málaga y a Díaz junto a Hollande.

Mariano Rajoy y François Hollande visitaron el Museo de Málaga, en cuya sección de arqueología se detuvieron ante algunas de sus piezas más destacadas, como la Tumba del Guerrero o el mMosaico del Nacimiento de Venus. El museo tiene su sede en el Palacio de la Aduana, un edificio neoclásico cuya construcción comenzó en 1789 y que en 1812, todavía en obras, fue saqueado durante la Guerra de la Independencia por las tropas napoleónicas, que se llevaron materiales valorados entonces en dos millones de reales. Durante el recorrido por el museo, en el que participó la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, Rajoy y Hollande conocieron las piezas arqueológicas de la Colección Loringiana, llamada así por haber sido reunida por los marqueses de Casa-Loring, que dieron lugar de esta forma a uno de los primeros museos arqueológicos de España.

CENTRO POMPIDOU / Rajoy y Hollande coincidieron ayer al calificar al artista malagueño Pablo Picasso y al Centro Pompidou de Málaga como símbolos de la buena relación existente entre ambos países. En una rueda de prensa conjunta celebrada en el Centro Pompidou, Rajoy resaltó que los vínculos entre España y Francia son «especialmente patentes en Málaga, con dos instituciones que representan el enriquecedor mestizaje cultural que une a nuestras sociedades». Rajoy se refirió así al Centro Pompidou, «cuya sede en París celebra este año su cuadragésimo aniversario», y al Museo Picasso de Málaga, porque «fue un ciudadano de esta tierra, Pablo Picasso, quien hizo de Francia su hogar y creó desde allí algunas de las obras más importantes de la historia del arte, que enorgullecen hoy a sus conciudadanos de origen y de adopción». Holande resaltó los puntos comunes existentes en la cultura de ambos países.