La Universidad Loyola Andalucía ha estimado un crecimiento del 2,5% para 2017 en la comunidad andaluza, lo que se sitúa por debajo de la previsión nacional en dos décimas (2%), mientras que la tasa de paro estaría en entre el 26 y el 27% para la región mientras que, a nivel nacional, estaría en entre el 17 y el 18%.

El estudio ha sido presentado este martes en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) por el catedrático de Economía de la Universidad Loyola Andalucía, Manuel Alejandro Cardenete, y por el presidente del Consejo Empresarial de Economía de la CEA, Manuel Ángel Martín.

Así, las previsiones del PIB andaluz marcan un crecimiento del 0,4% en el primer trimestre y del 0,6 por ciento en el segundo trimestre. La previsión del 2,5% para 2017 del PIB se sitúa cuatro décimas por encima de la previsión publicada en el último número del 'Loyola Economic Outlook. Proyecciones macroeconómicas'.

En lo relativo al mercado de trabajo, se prevé una disminución del desempleo del el primer trimestre del 0,5% y del 2,6% en el segundo trimestre, descendiendo la tasa de paro a un nivel del 28,1% y 27,3%, respectivamente. Las estimaciones para la tasa media de paro del conjunto de 2017 oscilan en torno al 26-27%.

En lo que se refiere al IPC, se prevé una subida de precios en los dos primeros trimestre del 0,9% y del 1,5%, respectivamente, situándose el IPC total del año 2017 en torno al 1,7%.

A nivel nacional, el estudio señala que el crecimiento económico experimentado en 2016 y especialmente en dos últimos semestre induce en un mejora de la previsión de PIB para 2017 hasta el 2,7%. Por su parte, la previsión de crecimiento del PIB para el primer y segundo trimestre es de un 0,6%.

En cuanto a la evolución de la tasa de desempleo, se prevé una disminución de la misma del 0,5 por ciento en el primer trimestre y del tres por ciento en el segundo trimestre, situándose la tasa de paro en el 18,5% y el 18%. El estudio estima para todo 2017 que esta tasa se situará entre el 17 y el 18%.

Respecto al IPC, la previsión apunta hacia una subida de precios en el primer trimestre del uno por ciento y del 1,2 por ciento en el segundo trimestre, obteniendo un aumento del IPC para el conjunto de todo el año del 1,8 por ciento. La variable de consumo de los hogares se encuentra muy alineada con la evolución del PIB, de modo que la previsión para el primer trimestre y el segundo trimestre es de un aumento del 0,7 por ciento y del 0,6 por ciento, respectivamente.

En cuanto a la inversión se prevé un crecimiento de la misma que llegará al 1,3 por ciento en el primer trimestre y al 1,1 por ciento en el segundo trimestre. Con relación a esta misma variable, la previsión para el conjunto del año se de un crecimiento del 3,7 por ciento.

ANÁLISIS SECTORIAL

El 'Loyola Economic Outlook' de la Universidad Loyola Andalucía realiza un análisis sectorial sobre desigualdad, pobreza y exclusión en Andalucía, variables que, a nivel regional, se han visto afectadas por los efectos de la crisis económica mundial y la lenta salida de la misma.

En este sentido, destaca la tasa Arope, que mide el porcentaje de la población que se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, y que en Andalucía ha pasado del 31,6 por ciento en 2008 a un 43,2 por ciento en 2015. En comparación, en España lo ha hecho desde un 23,8% a un 28,6%.

Analizando los indicadores a partir de los cuales se calcula esta tasa, en 2015 un 35,7% de la población andaluza se encontraba en riesgo de pobreza, un 24,9 por ciento vivía en hogares con baja intensidad de trabajo y un ocho por ciento sufría carencia material severa.

El estudio apunta varias razones para explicar esta situación. Por un lado, la ampliación de la divergencia productiva que la economía andaluza sufre respecto a la española, habiendo pasado el PIB andaluz de suponer un 77,3 por ciento de la media nacional en 2007 a un 74,1 por ciento en 2015.

Por otro lado, también ha destacado la brecha en la tasa de paro entre Andalucía y España, del 28,2 por ciento en la comunidad andaluza al 18,9 por ciento de España. El estudio también apunta a la menor participación de los salarios en la renta nacional en Andalucía, un 45,8 por ciento en 2015 en comparación con el 47,4 por ciento en la economía española.

El informe también señala las mayores disparidades salariales sufridas por los jóvenes, los migrantes y las mujeres. Así, la desigualdad de la renta a nivel primario, medida por el índice de Gini antes de impuestos y transferencias, se encontraba en 54,9 puntos en 2013 frente a los 51,3 del español.

El 'Loyola Economic Outlook' señala que para lograr una mejora real de estos indicadores es necesaria la actuación, al menos, en tres campos: la extensión de políticas focalizadas de lucha contra la pobreza y la exclusión, la mejora de la capacidad redistribuidora de las administraciones públicas con el objetivo de lograr reducción de la desigualdad similares a las que se consiguen en otros países europeos y un incremento de la participación de los salarios en la renta nacional, al mismo tiempo que una reducción de las desigualdades salariales que permitan mejorar la distribución primaria de la renta.

AUMENTO DE SALARIOS

Preguntado sobre si es el momento de incrementar los salarios, punto demandado por los sindicatos, ante la recuperación económica a nivel nacional, el catedrático de Economía de la Universidad Loyola Andalucía, Manuel Alejandro Cardenete, ha señalado que un incremento en esta variable debe ir ligado a un aumento de la demanda para que los costes no se trasladen directamente a la empresa. "Con el crecimiento económico actual, puede haber margen para recuperar lo perdido. Sin pasarnos de frenada porque puede influir en la inflación", ha advertido.

Cuestionado sobre el peso de la demanda interna y del comercio exterior en el aumento del PIB andaluz, Cardenete ha valorado la apertura de las empresas andaluzas a la internacionalización "no como algo anecdótico sino como un elemento fundamental", y ha señalado la influencia que puede tener en el comercio exterior andaluz la situación económica de otros países como México y de sudámerica. "La demanda interna en Andalucía ya está tensionada, habrá que ver como actúa el comercio exterior para 2017", ha subrayado.

ENTORNO INTERNACIONAL

A nivel internacional, el estudia precisa que, a pesar de que la economía mundial prosigue con el prolongado periodo de bajo crecimiento, tras el cierre del año 2016 las proyecciones apuntan hacia un repunte de la actividad económica mundial en 2017 y 2018.

No obstante, señala que en el panorama económico internacional permanecen algunas incertidumbres y riesgos que podrían impulsar la actividad económica a la baja, neutralizando así la débil aceleración del crecimiento mundial.

En este sentido, indica que la debilidad de la recuperación a escala global está justificada, en parte, por la pérdida de inercia que se aprecia en el proceso de globalización, "el cual parece estar aún más en entredicho tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos".

También señala el aumento del precio del petróleo, la subida "inminente" de los tipos de interés en Estados Unidos y su "efecto dominó" en Europa, la inflación en la Unión Europea (UE) y que en España es "preocupante", junto a la ralentización en el crecimiento de la UE ty las dudas sobre el sistema financiero europeo y la incertidumbre de próximas elecciones en la UE.