El número de inmigrantes indocumentados que han llegado en patera a las costas andaluzas ha aumentado un 160% en lo que va de año con respecto a todo el ejercicio anterior y suma ya 13.450 personas, según destacó ayer Antonio Sanz, delegado del Gobierno de Andalucía. Sanz también señaló en su intervención en un seminario sobre la seguridad en la cuenca mediterránea, organizado por el Real Instituto Elcano y la Fundación Cajasol en Sevilla, que en lo que va de año se han interceptado 607 pateras, frente a las 364 de todo el 2016. Alertó de que un 9% de estos inmigrantes rescatados de pateras y trasladados a Andalucía son menores, un colectivo vulnerable que suma ya en este año más de 1.100 jóvenes.

«Andalucía afronta un entramado de lucha contra el terrorismo yihadista, la inmigración irregular, el tráfico de drogas y el contrabando y la acogida de refugiados», subrayó Sanz. En su opinión, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado son «un ejemplo mundial» por la eficacia y la humanidad con la que abordan la inmigración irregular, «y han salvado miles de vidas, a veces con actuaciones heroicas», enfatizó.

INESTABILIDAD

África seguirá siendo un epicentro de inestabilidad política y un motor de presión migratoria sobre Europa hasta que alcance un mínimo de desarrollo económico y de estabilidad democrática, según destacaron los expertos del seminario. Emilio Lamo de Espinosa, presidente del Real Instituto Elcano, opinó que «no es viable» abrir las fronteras europeas a los inmigrantes, porque no resuelve el problema del envejecimiento europeo, ya que los sueldos bajos que lograrían no serían capaces de financiar las pensiones «y porque, además, genera tensiones políticas en muchos países». La única solución es consolidar en el sur procesos de crecimiento.