El juicio se prolongará durante ocho sesiones, según las previsiones del tribunal. Tras la declaración de Quezada, la siguiente sesión se reserva para el testimonio de los padres y familiares de Gabriel, como su abuela y una prima, que responderán a las preguntas del juez a puerta cerrada, tal y como ha ordenado la magistrada presidenta de la sala a petición de los propios familiares. Después será el turno de los miembros de las fuerzas de seguridad y voluntarios que participaron en el dispositivo de búsqueda del menor, así como de los jefes policiales de Homicidios y Criminalística. Ya en la segunda semana, serán los forenses quienes detallen ante el juez los resultados de la autopsia, un momento especialmente delicado que la familia también ha pedido que se haga a puerta cerrada, sin público ni señal televisada de la sala de vistas, para respetar la intimidad del niño. Los últimos en prestar declaración serán los policías que acompañaron a Quezada en la reconstrucción de los hechos en la finca familiar de Rodalquilar, a unos kilómetros de Las Hortichuelas.