El magistrado Pedro Izquierdo, que fue secretario general para la Justicia de la Junta entre 2008 y 2014 y que ha sido designado como ponente del juicio contra los expresidentes Chaves y Griñán por la pieza política de los ERE fraudulentos, ha rechazado abstenerse como ponente del juicio pero ha solicitado a la Audiencia de Sevilla que valore la «perturbación» generada en la actividad «ordinaria» del tribunal tras las recusaciones planteadas por Manos Limpias y PP-A. En un informe difundido por el TSJA, el magistrado considera «procedente» que sea la sala a la que corresponda conocer de los incidentes de recusación la que, «valorando todas las circunstancias expuestas por las partes personadas y en este informe, resuelva lo que considere procedente».

Todo ello «incluso frente a mi percepción subjetiva de poder ejercer de forma responsable mis obligaciones profesionales como presidente de la sala y ponente», expone el juez Pedro Izquierdo en el informe que ha elevado al presidente de la Audiencia, Damián Álvarez, para que éste designe un magistrado que, tras instruir la causa, mandará el expediente a la sala que resolverá la recusación. El magistrado, además, alude a los dos escritos presentados por la Fiscalía Anticorrupción en los que se opone a la recusación pero le pide que analice si como alto cargo pudo conocer procedimientos administrativos similares a los que se van a enjuiciar.