La joven hispano-argentina María Jimena Rico, que fue retenida en Estambul tras ser localizada después de estar desaparecida junto a su novia egipcia, Shaza Ismail, espera que lo que les ha ocurrido sirva para combatir la represión homosexual en los países árabes. Rico, que huyó de Dubái, donde reside la familia de su novia, tras sentirse ambas «amenazadas de muerte», explicó ayer que su historia ha llegado a los países árabes y cree que puede ayudar a mucha gente que vive una situación de represión homosexual.

En rueda de prensa en el Ayuntamiento de Torrox, Rico agradeció la presión ejercida por los medios de comunicación -«sin la que hoy no estaríamos aquí sentadas», afirmó- y detalló que su prioridad ahora es que Shaza, de 21 años, que tiene un permiso temporal de estancia en España, obtenga la documentación necesaria para permanecer aquí. Aseguró que sus planes son casarse y que lo hará en su pueblo, y que cuando se reúna con su abogada y pueda aclarar todos los detalles, presentará una denuncia «contra todo el mundo, desde el primero al último».

Declaró que su novia ha vivido «un calvario» desde los 15 años, cuando fue amenazada por primera vez por su condición sexual, pero ella le dijo «que no se podía conformar con vivir infeliz y que había más mundo fuera». Ha denunciado el trato recibido por las autoridades turcas, que les aplicaron «una doble discriminación, por ser terroristas y por ser lesbianas», y afirmó que le hicieron firmar un papel en lengua otomana sin traductor por el que renunciaban a recibir asistencia consular.

Señaló que estuvieron tres días retenidas, los dos primeros sin que les diesen de comer, y que en un traslado pudo hacerse con un teléfono y llamar a su familia, y que a raíz de eso se activó su búsqueda.