El incendio en el entorno de Doñana se encuentra "técnica y realmente" controlado, tras más de sesenta horas de trabajo "ejemplar", de cooperación y coordinación de los distintos operativos y administraciones.

Un trabajo que, a pesar de que ha sido un fuego con "las condiciones más difíciles que se recuerdan en Andalucía", según el consejero andaluz de Medio Ambiente, José Fiscal, se ha desarrollado sin víctimas personales y que ha sido capaz de frenarlo y con una afección al medio natural que se ha quedado "en una cuarta parte del potencial" que inicialmente se estimaba.

La alerta saltada el sábado a las 21:30 horas en el paraje de La Peñuela de Moguer (Huelva), la proximidad de la noche impedía la actuación de los medios aéreos, y el viento cambiante complicó en muy poco tiempo un incendio en el que desde el primer momento lo principal ha sido garantizar la seguridad de las personas.

De esta forma, durante la jornada del domingo se tuvieron que desalojar más de 2.000 personas de instalaciones como el Parador Nacional, los cámpines Mazagón y Doñana o el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) El Arenosillo, barrios y urbanizaciones de toda la línea de costa de Mazagón y ya a mediodía, de zonas más interiores como el asentamiento chabolista de Las Madres o Las Posadillas.

Alrededor de la mitad fueron realojadas en los polideportivos de Moguer y Almonte y otras instalaciones municipales, y el resto optó por irse a viviendas de familiares o amigos o a las suyas propias, al ser las afectadas por el incendio segundas residencias.

Una vez salvaguardada la seguridad de las personas, la jornada del domingo, con unas condiciones meteorológicas muy adversas, la prioridad se centró en impedir la afección al Espacio Natural de Doñana y la llegada del fuego a Matalascañas.

Ambos objetivos se lograron. Con respecto a Doñana, el fuego ha llegado a una pequeña parte de parque natural, quedando a unos diez kilómetros del parque nacional, y la actuación en el frente norte con la decisión de cierre de la A-483 mantuvo el fuego distante de Matalascañas, a pesar de que supuso que miles de personas tuvieran que esperar horas para abandonarlo con destino a sus lugares de origen.

Fue la tarde noche del domingo cuando las condiciones meteorológicas se convirtieron en aliadas del dispositivo de extinción, y sus componentes pudieron atajar por tierra de manera intensa el incendio.

Estas tareas se complementaron con la acción de los medios aéreos durante toda la jornada de ayer posibilitando la perimetración de los tres frentes existentes, su estabilización y ya esta mañana dar por controlado el fuego al advertir que la actividad en su interior era prácticamente inexistente.

En esas sesenta horas de intenso trabajo se han congregado en la zona hasta seiscientos efectivos del Infoca, la Unidad Militar de Emergencias (UME), el Consorcio Provincial de Bomberos o el Ayuntamiento de Huelva; decenas de vehículos autobombas, más de 25 medios aéreos y maquinaria pesada; además de 80 agentes de la Guardia Civil y otros tantos de Protección Civil y de la Policía Local de Moguer y Almonte.

Ahora ya se ha retirado la UME y en la zona sólo quedan, en lo que a extinción se refiere, cinco retenes del Infoca, siete vehículos autobomba y dos helicópteros, cuya tarea se centra en vigilar los pequeños puntos calientes que están en el interior del perímetro del incendio.

El control de fuego ha dado pie a los agradecimientos, tanto a los efectivos que han participado en la extinción como a la población por su solidaridad con ellos y por su colaboración en los desalojos.

A partir de ahora toca hacer balance de daños materiales y ambientales, más que evidentes en algunas zonas de alto valor, como puede ser la playa de Cuesta Maneli.

"Ha logrado que un incendio que tenía la posibilidad de haber calcinado una superficie como mínimo cuatro veces más de la que finalmente se ha visto afectada, en las condiciones más difíciles que se recuerdan en Andalucía, ha sido capaz de frenar y conseguir que, dentro de la gravedad que no quitamos a un incendio de esta envergadura, se haya quedado en una cuarta parte del desastre" que pudo ser.

La brigada de investigación de incendios forestales ha confirmado que no se ha producido por causas naturales, "detrás está la mano del hombre, habrá que ver si por una negligencia", ha resaltado.