Los tres diputados de la Asamblea Regional de Murcia expulsados de Vox, han contratado como asesor en iniciativas legislativas relacionadas con la familia y la custodia compartida al exportavoz de su antiguo partido en Andalucía, Francisco Serrano, el juez en excedencia que el día 1 de septiembre dejó su escaño en el Parlamento andaluz y abandonó la formación de Abascal al estar investigado por un presunto fraude en el cobro de una subvención pública. Francisco Serrano, que ejerce como abogado, ofrece sus servicios como «profesional liberal» y asegura que ni él ni los parlamentarios regionales a los que asesorará a partir de ahora han renunciado a sus ideas, aunque ya no tengan el carné de afiliados.

En declaraciones al periódico La Opinión Serrrano afirma que la renuncia al acta y a su condición de aforado le permitirá defenderse en una causa judicial que atribuye a «una aventura empresarial fracasada».

«Me podían haber llamado también de Vox a nivel nacional y hubiera podido colaborar, porque al final defendemos los mismos valores. Los valores de Vox los defienden también los compañeros de Murcia que han servido y han compartido unos fines, como son la defensa de España. Aunque hayan sido expulsados no han cambiado su ideario, ni sus planteamientos ni su valores. Unos los siguen defendiendo desde dentro de Vox, con todos mis respetos, y otros, desde fuera, porque lo que nos debe interesar es la música por encima de los músicos».

Vox obtuvo cuatro diputados en la Asamblea Regional de Murcia en las elecciones autonómicas de mayo de 2019, pero la dirección del partido ha expulsado a tres de ellos, por lo que queda un único parlamentario afiliado, el cabeza de lista, Pascual Salvador.

Sin embargo, sigue ejerciendo como portavoz del grupo parlamentario en la Asamblea Regional de Murcia Juan José Liarte, que fue apartado de Vox junto con Francisco Carrera y Mabel Campuzano. El contrato de asesoría con el exportavoz andaluz lo firma el Grupo Parlamentario de Vox, que se ha mantenido tal y como estaba antes de la sanción disciplinaria, formado por estos tres diputados y por Pascual Salvador.

Francisco Serrano, que hoy se ha reunido en la Asamblea Regional con los parlamentarios murcianos expulsados con los que colaborará a partir de ahora, recordó que antes de dedicarse a la política ejerció como juez de familia durante muchos años, por lo posee una gran experiencia en cuestiones legales relacionadas con problemas como la custodia de los hijos en caso de divorcio.

El exportavoz andaluz, que ha dejado su escaño en el Parlamento el día 1, aunque antes había abandonado el grupo parlamentario, era socio de una empresa que recibió una subvención de 2,5 millones para la fabricación de pellet, un producto obtenido de la madera y empleado como biocombustible, un proyecto que define como «una aventura empresarial fracasada».

Francisco Serrano estaba citado por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía para declarar esta misma semana, aunque al haber entregado el acta de diputado y perder su condición de aforado la causa ha dejado de ser competencia del TSJ y pasará a los juzgados ordinarios. No obstante, el exportavoz andaluz de Vox asegura que no había llegado a recibir la citación judicial.

Apunta igualmente que su dimisión como parlamentario le permitirá volcar sus esfuerzos en defenderse frente a las acusaciones de la Fiscalía. «Yo quiero defenderme como cualquier ciudadano en un juzgado ordinario, el que me corresponda», afirma.

Recuerda que, con su renuncia al escaño, además de perder «los supuestos privilegios» que comporta el cargo, como «el sueldo, mis emolumentos y mis prerrogativas como diputado, he renunciado precisamente al aforamiento. Ahora me defenderé con todas las garantías para que quede reflejada mi inocencia en un asunto que no tiene nada que ver con la política, que se remonta a 2016. Se trata de una aventura empresarial que fracasó y que va a conocer un tribunal ordinario, al haber renunciado al aforamiento».

El exdiputado se lamenta de que no ha recibido el trato que hubiera querido en su despedida y recuerda que él ya defendió los valores que propugna su antiguo partido antes de que se revalorizara «la marca» de Vox, dado que fue cabeza de lista en 2015 . «Quizá no me he ido de la forma que me hubiera gustado, recibiendo el apoyo y la comprensión después de haberlo dado todo. Sí he recibido el apoyo de la mayoría de compañeros del Parlamento».

Ante la posibilidad de que el acuerdo de colaboración alcanzado con los diputados murcianos apartados de Vox pueda dar pie a alguna iniciativa conjunta entre antiguos militantes, Francisco Serrano ha contestado que «lo importante en este momento es el presente y los valores por los que estamos luchando. Yo vengo simplemente como asesor profesional, precisamente porque me llaman por mis conocimientos en la materia».

Reconoce igualmente que «habría estado encantado de ofrecer sus servicios profesionales a otros grupos parlamentarios del partido por el que lo he dado todo. Lo que tengo claro es que a mí no me hubieran llamado de Podemos, con todos mis respetos, porque tenemos unos planteamientos totalmente distintos. Yo lo respeto todo y creo que en democracia hay que partir del mutuo respeto, que, por cierto, en política hoy en día está dejando mucho que desear».

Señala que lo normal es que lo llamen «personas que piensan como yo. Compañeros que hemos luchado codo con codo y que ahora desde Murcia, como podía haber sido desde La Coruña o desde cualquier otro sitio, me proponen poder colaborar y participar en materias en las que humildemente considero que tengo un bagaje que puede ser útil. Si entré en política fue para servir y no para servirme».

Añadió que, ante la falta de apoyo de su partido, ha dado «un paso al lado, pero nunca atrás, para seguir luchando por los valores que siempre he defendido desde un plano profesional, porque yo desde luego puedo vivir fuera de la política y tengo recursos para vivir sin la política. Sigo siendo magistrado en excedencia y podía haber vuelto a la carrera judicial, pero prefiero hacer lo que estoy haciendo, el ejercicio libre de la Abogacía, porque te da mucha libertad».

Asegura que está «encantado» de que cuenten con él sus antiguos compañeros de Vox en Murcia, «aunque estén expulsados. Para mí eso es algo intrascendente, porque lo que mi importa es lo que venimos a defender».

A pesar de las polémicas iniciativas y recortes en materias como la atención a la violencia de género que puso como condición para que Vox diera su apoyo a la constitución del Gobierno del PP y Cs en Andalucía, Francisco Serrano se muestra conciliador y asegura que como profesional de la Judicatura su pretensión es salvaguardar la igualdad en el trato a ambos sexos.