La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, anunció ayer que «en cuestión de días» se activarán las ayudas para reparar los daños provocados por las inundaciones de este fin de semana en cincuenta municipios de Málaga y Sevilla. Díaz hizo el anuncio en el puente romano del río Blanco, situado entre los términos sevillanos de Osuna y Aguadulce y a pocos metros del puente ferroviario sobre el mismo río, que une Málaga y Sevilla, y que se llevó la corriente del agua cuando subió el nivel habitual hasta 15 metros. La presidenta recordó que en algunas zonas han caído hasta 400 litros por metro cuadrado en dos horas, y agradeció la colaboración de los ciudadanos para atender los avisos de los servicios de emergencia y no usar las vías afectadas por las inundaciones. La presidenta andaluza señaló que, una vez cooncluída la evaluación de daños, se llevará al Consejo de Ministros para que «cuanto antes» se aprueben las ayudas, como le ha dicho el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el que ha hablado en varias ocasiones, igual que con el Rey, según dijo. El Consejo de Ministros que este viernes se celebrará en la capital hispalense, según estaba previsto ya antes de la riada, adoptará casi con toda seguridad alguna medida al respecto, según anunció ayer el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El puente ferroviario que se llevó la lluvia ha provocado la suspensión de la conexión ferroviaria entre Sevilla y Málaga. Díaz pidió a Adif que «corra lo máximo posible» para arreglar esta preocupante incidencia.

Díaz visitaba desde el trazado del AVE, cuyas obras están paralizadas, un punto de la autovía A-92 que estuvo cortada al tráfico por el agua y luego se trasladaba al puente del río Blanco. Después se desplazó hasta El Rubio, donde visitó el polideportivo municipal y el campo de fútbol, donde el agua alcanzó un metro de altura y dejó gran cantidad de barro, que durante la mañana estaban retirando los vecinos, muchos de ellos voluntarios. Para evaluar los daños, ayer mismo se producía una reunión entre los alcaldes de los municipios afectados, con la Junta y el Gobierno.

Estepona, Campillos, Teba, Ronda, Alpandeire y otros muchos pueblos de la provincia malagueña afectados por uno de los peores temporales de su historia, trataban ayer de recomponerse y volver cuanto antes a una situación de normalidad. Aunque será complicado teniendo en cuenta los gaves daños sufridos en viviendas, campos e infraestructuras tanto públicas como privadas. El líder del PP andaluz, que visitó Bobadilla, una de las zonas malagueñas más castigadas, pidió la urgente declaración de zona catastrófica para agilizar con la máxima rapidez las ayudas. Adelante Andalucía anunció que pedirá desde el Congreso, a través de Podemos, que se activen los fondos de solidaridad de la UE para atender la catástrofe. En un mes tendrá que estar concluída la larga lista de daños.