A finales del siglo pasado, Torremolinos era un paraíso de la diversidad sexual y la libertad, chocando con la visión del presidente del PP local y regidor durante 24 años Pedro Fernández Montes, quien llegó a prohibir actuaciones de transformismo en una emblemática zona gay del municipio con la excusa de que estaba cerca de un parque infantil. Ahora, el exalcalde ha vuelto a enervar al colectivo LGTBI al relacionar el descenso del turismo familiar en Torremolinos con la promoción que la actual corporación socialista hace entre el «turismo gay de baja estopa» (sic). Una actitud que, dice, no comprenden siquiera los «propios gays serios y formales».

Aunque ya ha tenido que matizar sus palabras y disculparse con el habitual «tengo amigos gays», Fernández Montes, uno de los históricos del PP en Málaga, se despachó a gusto en sus redes sociales compartiendo un mensaje tanto en su perfil propio como en el oficial de la formación local. Allí, a modo de nota de prensa, explicaba que mientras el turismo aumenta en otros municipios de la Costa del Sol, el número de pernoctaciones bajó en Torremolinos un 25,3%. Una reducción que atribuyó a la estrategia del PSOE en el Ayuntamiento, al que acusó entre otras cosas de «promocionar solo un turismo gay de baja estopa que ahuyenta el turismo familiar y rechazan los propios gays serios y formales que siempre se han sentido a gusto en Torremolinos».

Las críticas en redes sociales no se hicieron esperar, e incluso la dirección provincial ha tenido que salir al paso para recordar que «siempre han apostado por un modelo turístico inclusivo y abierto». El propio Fernández Montes tuvo que matizar poco después sus palabras, de nuevo con un comunicado en redes sociales, diciendo que únicamente se refería al turismo low cost e insistiendo en que la ciudad debe promocionar «toda clase de segmento turístico incluido el LGTB, siempre dirigido a una clase media o alta». Así, lamentaba «si alguien se había sentido aludido», pero mantenía que la promoción exclusiva de Torremolinos como destino LGTBI había molestado incluso a los homosexuales que viven en la localidad.

El exalcalde rechazaba a continuación las acusaciones de homofobia al asegurar que «desde siempre he convivido con amigos y conocidos gays». «De hecho, en la anterior legislatura tuve una concejala gay, y en las listas de 2015 figuraban tres personas gays», apuntaba Fernández Montes.

Torremolinos se ha promocionado en la reciente Fitur como un destino gay friendly, y desde la marcha de Fernández Montes el municipio ha acogido varios encuentros de colectivos LGTBI, celebrando además una Fiesta del Orgullo cada año más multitudinaria. La Federación Andaluza de Asociaciones LGBTI, Andalucía Diversidad, ha lamentado que se «estigmatice» al colectivo con «distinciones innecesarias y fuera de lugar», en alusión a la diferenciación con los «gays serios y formales».