La secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, confesó ayer su «estupor» al conocer que Vox pide al Gobierno autonómico los nombres y apellidos de todos los trabajadores de las Unidades de Violencia de Género. «Me ha sonado a purga, a persecución, a listas negras y a otros tiempos que pensé que nunca tendría que conocer», señaló en un encuentro en Sevilla con colectivos de mujeres con motivo del Día Europeo de la Igualdad Salarial.

«Hay quien ha decidido elegir este día para presentar una solicitud en el Parlamento que me ha causado estupor», reiteró la expresidenta de la Junta, que agregaba que la ultraderecha sabe «perfectamente» que a esos trabajadores les «protege» la Ley de Protección de Datos pero pretenden «señalarles para que empiecen a avergonzarse de lo que hacen y a ocultar a lo que uno se dedica».

Tras subrayar que esos trabajadores están «currando» para proteger la vida de las mujeres y sus hijos, Díaz lamentaba que puede llegar un momento en que «cuando les pregunten a qué se dedican digan que a los servicios sociales» para evitar problemas. «Tendremos que repartir los poemas de Beltort Brecht por todos los rincones de Andalucía y España», reclamó en referencia, probablemente, al poema Los indiferentes, atribuido al citado escritor, sobre la apatía del pueblo alemán ante el nazismo. Así, denunció que hay «una lluvia fina que pretenden que cale en la sociedad» porque algunos han decidido que se vuelva atrás, que haya «una regresión, una involución, en la que los pasos que se han dado sean reversibles». «España, cada cuarenta años, parece que inevitablemente tiene que descarrilar y éste es uno de esos momentos», advertía la expresidenta andaluza, antes de proclamar que hay que insistir en la defensa de la igualdad.