El Gobierno andaluz pondrá en marcha una estrategia para adelantar un año respecto a la normativa estatal el fin de las bolsas de plástico de un solo uso, para lo que estudia bonificar el impuesto que pagan las empresas por su utilización, que supone una recaudación de unos 321.000 euros.

El Consejo de Gobierno encargó ayer a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible que planifique este asunto, que se podría incluir en un decreto ley, ya que la Junta no tiene capacidad normativa al respecto.

La consejera, Carmen Crespo, explicó en rueda de prensa que la intención es ratificar a final de año la adhesión de las empresas y después hacer un seguimiento de si cumplen o no la estrategia.

La bonificación de ese impuesto, que se está estudiando con la Consejería de Hacienda, supondría «un acicate» para que las empresas se adhieran a ese código de buenas prácticas.

La finalidad es frenar la entrega de bolsas de plástico ligeras o muy ligeras (menos de 50 micras de espesor) a los consumidores en cualquier punto de venta de Andalucía, excepto si son de plástico compostable, antes de lo que obliga la normativa española.

También se ha encargado el diseño y puesta en marcha de campañas de sensibilización e información a la ciudadanía sobre las consecuencias negativas para el medio ambiente de la utilización excesiva de este tipo de bolsas, así como acerca de los beneficios que conlleva su reducción y erradicación.

Por otra parte, el Gobierno andaluz también aprobó en el Consejo de Gobierno celebrado ayer la creación de un comisionado andaluz para el cambio climático, para lo que se creará una plaza de funcionario de máximo nivel en la Consejería, que será quien coordine la unidad que se dedica a este asunto.