Ha transcurrido ya, prácticamente, un año desde que Juanma Moreno fuese investido presidente de Andalucía el 16 de enero del 2019. El consejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, mira a lo acontecido desde entonces sin perder de vista la herencia de los anteriores gobiernos socialistas. Admite que conseguir una sanidad pública de primer nivel es el principal reto al que se enfrentan, aunque lejos de hacer autocrítica argumenta la dejadez del PSOE como causa de este y los demás males. Y, a la vez que proclama la debilidad de la expresidenta Susana Díaz, advierte al Gobierno progresista conformado por Pedro Sánchez de que el Ejecutivo andaluz no se va a quedar con los brazos cruzados.

-¿Qué balance hace de todo el trabajo realizado desde que la coalición entre PP y Cs lleva las riendas de la Junta?

-Ha sido un año intenso y apasionante. De alguna manera, hemos intentado cumplir las expectativas de cambio que votaron los andaluces en las elecciones del 2 de diciembre. Aunque en 11 o 12 meses no da tiempo material a girar una estrategia de 37 años de gobierno monocolor, sí es cierto que hemos sentado las bases para que los andaluces se puedan sentir hoy más orgullosos de vivir en la tierra que viven.

-¿Qué objetivos se ha marcado a medio plazo el Gobierno andaluz para continuar mejorando el recorrido de su gestión?

-Mejorar los servicios públicos. El socialismo los había dejado tocados de muerte. Sobre todo, la sanidad, la educación, la dependencia y los servicios sociales. Este tiene que ser el gran reto diario porque los andaluces merecen una sanidad mejor, una educación pública mejor y unos servicios sociales que presten un gran servicio.

-¿Es la sanidad pública la asignatura con la que la actual Junta de Andalucía está teniendo más problemas?

-La sanidad es donde el socialismo hizo más daño, lo que peor gestionaron los gobiernos socialistas. Con ellos, Andalucía era la comunidad autónoma de España que menos euros invertía por habitante. La paradoja es que los andaluces éramos los españoles que mayores impuestos pagábamos y teníamos los peores servicios públicos. Ahora vamos a mejorar los servicios públicos, incluida la sanidad, bajando impuestos. Porque bajando impuestos se recauda más y puedes invertir más en los servicios públicos. El gran reto de este Gobierno es una sanidad pública de primera, porque el socialismo la dejó muy lastrada. No en vano, es la primera vez en la historia que el presupuesto de la Consejería de Salud supera los 11.000 millones de euros.

-¿Qué se ha conseguido mejorar en el ámbito sanitario?

-Se han conseguido logros en materia de sanidad históricos. En estos 11 meses, se han contratado 4.600 profesionales en la sanidad pública andaluza. Recuerdo los tiempos en los que los profesionales salían a la calle porque se les contrataba no solo por días, por horas. Hasta final de año, el contrato mínimo en el SAS que impusimos nosotros era de seis meses. A partir de finales de enero, el contrato mínimo será de un año. Eso le da estabilidad al sistema y también a las personas, a los profesionales. Hemos trabajado en equiparar progresivamente el pago de las horas de las guardias de los médicos, pues éramos los más bajos de España. Hemos reducido las listas de espera. Hemos implantado el cribado de cáncer de colon. En definitiva, estamos haciendo las cosas un poquito mejor. Y partimos de que, nada más llegar, nos encontramos con que el anterior gobierno había dejado ocultos a medio millón de andaluces de las listas de espera. Una vergüenza. Este es uno de los dos temas flagrantes que denotan la dejadez del Gobierno socialista en la sanidad pública. El otro es la desaparición de un millón de vacunas de la gripe que siguen sin aparecer. Los socialistas dijeron «que el señor Bendodo se quede tranquilo, que aparecerán los albaranes y los documentos». Meses después, nadie ha dado una explicación y el millón de vacunas siguen desaparecidas. Y se pagaron en torno a seis millones de euros por ellas, pero nadie ha salido a desmentir esto.

-¿Tiene ese ‘señor Bendodo’ tanto poder en el ‘Gobierno del cambio’ como se dice en la calle?

-Yo juego el papel que me ha dado el presidente. Y ese papel, aparte de ser el portavoz, consiste en coordinar las estrategias del Gobierno con las distintas consejerías. A eso me dedico. Eso no es más poder. Es una simple labor de coordinación que intento hacer lo mejor posible.

-Los presupuestos de Córdoba se han incrementado un 12%, pero la provincia sigue estando la penúltima en inversiones. ¿Cuáles son los condicionantes a pesar de la sintonía entre Junta y Ayuntamiento de Córdoba?

-Cordoba ha sufrido un estancamiento, sobre todo en los últimos cuatro años, cuando el PSOE no supo aprovechar sus gobiernos en el Ayuntamiento, la Junta y la Diputación. La provincia de Córdoba lleva años esperando proyectos importantes como la autovía del olivar, la variante de las Angosturas o la ronda norte. Son proyectos hoy caducos que ha habido que empezar desde cero y aparecen ya, por fin, en los presupuestos de la Junta para el 2020. O en materia sanitaria, como en toda Andalucía, se prometía mucho pero se ejecutaba poco. Y en noviembre dieron comienzo, precisamente, las esperadas obras para construir el edificio del materno del hospital Reina Sofía. También se está finalizando la redacción del proyecto del hospital de Lucena y continúan las obras del hospital de Palma del Río. Vamos a destinar 100 millones de euros a construir depuradoras en la provincia. Por tanto, este Gobierno funciona con hechos, no con promesas, y Córdoba es una verdadera prioridad. Pero lo es porque hasta ahora el socialismo la había maltratado y estamos intentando ponernos al día con estos proyectos históricos.

Elías Bendodo, consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz.

-Córdoba demanda más regadío ante el desequilibrio que existe con otras provincias beneficiadas históricamente como Jaén y Sevilla. ¿Va a apoyar la Junta la demanda de Córdoba ante la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir?

-Este Gobierno está impulsando el Pacto Andaluz por el Agua para sumar consenso y evitar guerras entre los territorios. El Gobierno de España no puede tomar unilateralmente decisiones como la de cerrar el trasvase del Tajo al Segura. El Pacto del Agua va a ser uno de los asuntos que el presidente de la Junta va a bordar cuando se reúna con el presidente de España, si Pedro Sánchez se digna a darnos esa reunión. Todas las cuestiones relacionadas con el déficit hídrico van a ser tratadas en el marco del Pacto del Agua, las vamos a elevar al máximo nivel y seremos reivindicativos con el Gobierno de la nación.

-¿Qué le parece que un sector de la oposición haya bautizado como ‘los martes al sol’ las comparecencias en las que se informa de los acuerdos adoptados en el Consejo de Gobierno andaluz?

-No tienen ni idea. Llevamos 50 consejos de Gobierno celebrados. Y se han aprobado 712 medidas. Los martes al sol, con todos los respetos, eran los de ellos, que hacían consejos de gobierno que duraban minutos. Los nuestros son de mucho contenido, peso, profundo debate y temas de calado. Con el Consejo de Gobierno han venido todas estas medidas de la sanidad que he citado y la bajada de impuestos. La eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones, la bajada del tramo autonómico del IRPF, la reducción del impuesto de transmisiones patrimoniales o la creación de la figura de los proyectos de interés estratégico que va a permitir más inversiones y creación de empleo en Andalucía han pasado por el Consejo de Gobierno. Hasta más de 700 medidas. El socialismo tiene que hacer su oposición, pero si va por ahí pincha en hueso.

-¿Cómo ha sido la relación con Susana Díaz este último año?

-Ella no está. Aparece puntualmente en el Parlamento cada mes y poco más. Desde hace mucho tiempo, cuando intentó ser secretaria general del PSOE, tiene la cabeza fuera de Andalucía y todavía no ha vuelto. Y, ahora mismo, la mitad del partido no la quiere y la otra mitad le teme.

-¿Si no revierte la situación actual de su socio de Gobierno, Cs, acudirá el PP con menos opciones de revalidar su mandato frente a la izquierda a los próximos comicios andaluces?

-No, Cs aguanta mejor en Andalucía que en el resto de España porque está haciendo una gestión seria de la mano de Juan Marín. Estoy convencido de que sus resultados electorales en Andalucía van a mejorar a los del conjunto de España porque, en mi opinión, aquí están haciendo las cosas bien. Lo veo día a día.

-Si se confirma la caída electoral de Cs, ¿se verá el PP condenado a entenderse más con Vox a todos los niveles?

-Ya nos entendemos. Tenemos un acuerdo de Gobierno con Cs y de apoyo parlamentario con Vox. Hay relaciones con los dos grupos. Y entre Cs y Vox, también. Los tiempos han cambiado. Los tiempos de las mayorías se han acabado. Ahora tocan los tiempos de los acuerdos, los consensos y el diálogo. Son tiempos que te obligan a pactar. Pero el PP y Cs no solo tenemos que entendernos con Vox. Debemos tener la capacidad de entendernos con todos. Con Adelante Andalucía e incluso también con el PSOE. El ejemplo es que en los últimos presupuestos se han aceptado enmiendas de todos los partidos. Antes, eran los tiempos del rodillo socialista que, directamente, tiraba las enmiendas al cubo de la basura y ni las abría.

-El expresidente José Antonio Griñán ha anunciado esta misma semana que recurrirá en el Supremo la condena de los ERE por un error en los hechos probados, ¿en qué términos valora la reacción del PSOE a la sentencia?

-El PSOE todavía no ha reaccionado. Está en estado de shock. Esta sentencia se lleva por delante 40 años de gestión socialista en Andalucía. Y que el presidente Griñán quiera ir al Supremo es algo que le corresponde a él, yo no puedo decir nada más.

-¿Le parece normal que se establezcan comparaciones entre la Andalucía socialista de los ERE y la trama Gürtel vinculada al PP?

-El mayor caso de corrupción de la historia de España es el de los ERE. Algunos socialistas, por no decir bastantes, se beneficiaron. Y todavía queda por ver el caso de los cursos de formación. En la Gürtel fue una persona la que se benefició del PP y, cuando el PP se enteró, la echamos a la calle. En cambio, en los ERE son muchos los socialistas implicados y condenados.

-¿Hasta qué punto le inquieta, como portavoz de la Junta de Andalucía, el Gobierno que ha conformado Pedro Sánchez en coalición con Unidas Podemos?

-Es un gobierno que a los demócratas nos debe poner en alerta. Está sustentado en unas bases que son, precisamente, aquellos partidos que deben dotar de estabilidad a España y lo que defienden a ultranza es la ruptura de España, como son los independentistas de Cataluña y los herederos de Batasuna. Lo que ha hecho el señor Sánchez es indigno. No se puede ser presidente del Gobierno a cualquier precio. Es presidente a costa de los españoles. La verdad es que no sabemos si Sánchez ha hecho un Gobierno o dos equipos de fútbol. Ha hecho un Gobierno con el doble de ministros que consejeros hay en la Junta de Andalucía. No caben ya en la sala de reuniones del Consejo de Ministros. ¡23 ministros! Se ha gobernado con la mitad, con 10, 11 o 12 ministros, y las cosas han funcionado. Es un exceso. Ya quisiera tener Pedro Sánchez en su Gobierno la mitad de estabilidad de la que tiene el Gobierno de Andalucía.

-¿En qué situación queda ahora Andalucía respecto a este Gobierno progresista? ¿Le toca remar con el viento en contra?

-Parece que sí. Nos preocupa, estaremos muy atentos. Este Gobierno va a actuar de contrapeso de la deriva independentista que ha cogido el Gobierno de Sánchez. Este Gobierno de Andalucía tiene estabilidad, aprueba presupuestos en tiempo y forma, lanza un mensaje positivo a los mercados y, en resumen, queremos convertirnos en la mejor tierra de España para la inversión. Vamos a defender a ultranza la unidad de España. No vamos a permitir que se le suba los impuestos a los andaluces. Y no vamos a pedir ser más que otra comunidad autónoma, pero no vamos a aceptar ser menos que nadie. Andalucía es la tierra de España en la que viven más españoles y, por tanto, tiene que tener el trato que se merece. De entrada, hay que revisar el modelo de financiación. Se deben 4.000 millones como aprobó el Parlamento de Andalucía. Y, automáticamente, tiene que pagar los 537 millones de euros del IVA que son de los andaluces y el Gobierno nos ha retenido.

-¿Qué debe ocurrir para que cicatrice la herida que abrió el todavía Gobierno en funciones de Pedro Sánchez hace unas semanas cuando procedió a una intervención de la Junta de Andalucía que sigue negando?

-Es una vergüenza. En el año 2018, la consejera de Hacienda era María Jesús Montero. Su mala gestión hace que la Junta incurra en déficit. Dos años después, siendo ella ministra quiere intervenir la Junta por su mala gestión. Se hace una autoenmienda a la totalidad ella misma. Lo hace por venganza política, no por profesionalidad. Porque gobierna el PP. Si gobernara el PSOE, no interviene las cuentas de Andalucía. Pero va y lo hace en un momento en el que Andalucía tiene los mejores datos de su historia y tira de la economía de España. Me da igual que Montero sea o no la portavoz del Gobierno, lo que nos preocupa es que sea la ministra de Hacienda. Nos está haciendo daño. Nos pide un plan de ajuste y yo le digo que el mejor plan de ajuste es el Gobierno del cambio. El socialismo se ha caracterizado, toda la vida, por gastarse el dinero de todos. Y cuando se agota el dinero de todos, se agota el socialismo. Pedimos que se retire la injusta intervención.

-¿Podría haberse evitado la alianza progresista en La Moncloa si Cs hubiera aceptado la propuesta de Pablo Casado para la plataforma España Suma?

-Eso ya es pasado. España ha dejado pasar una oportunidad importante para demostrar madurez democrática con un gran acuerdo entre PP y PSOE, al que se podía haber sumado Cs. O, por lo menos, un apoyo de PP y Cs para que gobernara Pedro Sánchez y no depender de los independentistas y los batasunos. Pero Sánchez solo miró a la izquierda y no aceptó nunca la mano tendida de Pablo Casado ni la de Inés Arrimadas.