La asociación Ecologistas en Acción ha solicitado a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, la inmediata prohibición de la recolección nocturna de aceitunas por medios mecánicos en los olivares en modalidad superintensiva, ya que puede provocar la muerte de 2.600.000 aves, según un informe de la propia administración regional.

En un comunicado, la asociación ha explicado que los olivares tradicionales andaluces son ecosistemas de rica biodiversidad, especialmente para las aves migratorias. Desde finales del verano hasta bien entrado el otoño varios millones de aves migratorias procedentes del centro y norte de Europa llegan a Andalucía para pasar el invierno, o bien hacen parada aquí en su viaje hacia el continente africano, aves que "son nuestras aliadas en la eliminación de insectos perjudiciales para los cultivos", informa Europa Press.

"Pero una nueva amenaza se cierne sobre estas pequeñas aves: el olivar superintensivo en seto o de alta densidad. Esta modalidad de cultivo tiene como objetivo reducir costes, ya que desde la plantación hasta la recolección todo está mecanizado: en 2015 existían en España aproximadamente 45.000 hectáreas, la mitad de las existentes a nivel mundial, 21.000 de ellas en Andalucía", expone.

Continúa el colectivo conservacionista especificando que "las pequeñas aves sienten predilección por lo setos, ya que les aportan mucha seguridad en sus horas de sueño, pero estos olivares en seto se convierten en una trampa mortal para estas aves durante la recolección al ser cegadas por los focos de las cosechadoras, que se las 'tragan' literalmente mientras duermen".

Al "enorme" impacto sobre la biodiversidad se le une un problema contra la salud pública, al mezclarse las aceitunas con los cadáveres de miles de aves. "A pesar de la gravedad del problema, la Junta de Andalucía, con competencias en agricultura y conservación de la biodiversidad, no ha puesto coto a este sistema de recolección nocturna", lamentan.

AVES PROTEGIDAS POR LA LEGISLACIÓN

Ante la denuncia presentada hace un año por Ecologistas en Acción, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha elaborado un informe técnico que textualmente dice que "una vez hechas las comprobaciones y contrastadas las informaciones recibidas desde diferentes fuentes, se constata que existe un problema de carácter ambiental, derivado de la modalidad de cosecha del olivar en régimen de superintensivo. Es un problema real, actual y de graves repercusiones ambientales, que trascienden los límites geográficos andaluces y nacionales, afectando a valores ambientales de diversos países del ámbito de la Unión Europea".

"Teniendo en consideración la extensión en hectáreas que Andalucía dedica a este tipo de olivar y considerando la distribución de rutas de aves migratorias, todo apunta a que en cada campaña olivarera de superintensivo, en la que se cosecha durante la noche, las estimas más conservadoras apuntan a que esta práctica puede estar afectando a 2.600.000 aves cada año en Andalucía, especialmente en las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén", subraya Ecologistas.

Entre las aves más afectadas están las currucas cabecinegra, mosquitera y capirotada; zorzales charlo, común y alirrojo; petirrojos; verderones; mosquiteros ibérico, común, musical y papialbo; jilgueros; pardillos; o las lavanderas blanca, cascadeña y boyera, procedentes de países como Francia, Holanda, Bélgica, Alemania, Escandinavia, Reino Unido o países bálticos.

La mayoría de estas aves migratorias, así como su hábitat y zonas de descanso, están protegidas por la legislación tanto autonómica como estatal y comunitaria, entre las que destaca la Directiva de Aves 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de noviembre de 2009 relativa a la conservación de las aves silvestres.

Los incumplimientos a esta norma no solo conllevan infracciones de índole administrativo, sino que tienen peso específico en la afección a pagos de la Política Agraria Común (PAC). Además, esta práctica nocturna de cosecha superintensiva puede incurrir en ilícitos penales, especialmente en delitos contra la fauna y contra la salud pública.