La presidenta andaluza, Susana Díaz, aseguró ayer que nunca utilizará el voto de los ciudadanos para «bloquear una institución» porque eso «se traduce en inestabilidad», y recalcó que si el PSOE gana los comicios hablará «con todo el mundo» aunque no ha desvelado con quién pactaría. «Mi primer compromiso es que nunca utilizaré el voto de los ciudadanos para bloquear las elecciones; jamás entenderé que la responsabilidad que te otorgan los ciudadanos se utilice para bloquear una institución porque el bloqueo lleva a la inestabilidad y ésta al retroceso», insistió en un desayuno-coloquio organizado por Europa Press. Respecto a las posibles alianzas si el PSOE gana las elecciones del 2 de diciembre sin mayoría absoluta, ha dicho que «el día después» va a hablar «con todo el mundo», pero el pacto lo va a «sellar» con los andaluces.

«Yo soy del PSOE hasta las entrañas, socialdemócrata de la escuela de Felipe y Alfonso, que representa a un gobierno de banda ancha como ancha es Andalucía», proclamó. Así, según Díaz, en su gobierno «cabe todo el mundo, gente que tiene posiciones diferentes pero que quiere construir». La también secretaria general del PSOE-A sostiene que el único proyecto «solvente» es el que representa el PSOE y, lo que se «vendió» en su momento sobre la participación en la política de los partidos emergentes, se ha traducido en «bloqueo e inestabilidad». «Ser firme en la defensa de lo que uno cree no significa bloqueo», defendió.

Sobre los debates electorales, reiteró que los habrá, aunque ha ironizado sobre si alguna televisión le quiere «meter en la parrilla con un ‘cara a cara’ con cada partido», lo que supone el «reconocimiento de que vas a ganar». «¡Pues que quiten a Ana Blanco y me pongan a mí todos los días!», exclamó antes de asegurar que «habrá debates, los que quieran», aunque a veces los hace «mejor, otras peor y otras francamente mal». Díaz garantiza que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con quien se reunirá cuando venga a Sevilla para presidir el Consejo de Ministros, participará en la campaña electoral, así como otros miembros del Ejecutivo, pero «la diferencia (con los ministros de anteriores gobiernos) es que vendrán con los deberes bajo el brazo». Ha vuelto a defender una campaña «con acento andaluz» y ha pedido «respeto» a los dirigentes nacionales que participen en ella: «Pido a todos los que vengan a participar en esta campaña que lo hagan desde el respeto, que hablen bien de Andalucía, por favor». Durante su alocución hizo un balance de la gestión de su gobierno y presumió de que Andalucía ha creado más empleo que las 276 regiones de Europa, aunque siguen existiendo «dificultades».

Sobre la convergencia de Andalucía con España y Europa, se ha quejado de que se haya hecho, a su juicio, un análisis «mutilado», pues esta comunidad ha «bajado su PIB» igual que otras nueve comunidades autónomas y que la media española. «Cuando la austeridad se utiliza como patrón de comportamiento, lo que aumenta es la desigualdad y quien más lo sufre suelen ser las comunidades con más necesidades, pero a pesar de eso, Andalucía se ha mantenido en la media de España», recalcó. En este sentido anunció también que si revalida la confianza de los ciudadanos va a pedir un sistema de convergencia regional para que las inversiones públicas garanticen la igualdad de todos los territorios. Dicho sistema debe ser «de verdad y con transparencia» para que se sepa «cómo se destinan las inversiones públicas y cómo se arbitran las infraestructuras que conectan el territorio», de modo que no sea la «voluntad, la necesidad parlamentaria o la presión de determinados lobbies las que condicionen las decisiones», reclamó la presidenta.