La presidenta de la Junta, Susana Díaz, aseguró ayer que el 2017 se cerrará con un «altísimo grado» de ejecución de las inversiones en obra pública, ya que en el último trimestre es cuando se producen los concursos y las licitaciones. Díaz respondió de esta forma, en la sesión parlamentaria de control al Gobierno, a una pregunta sobre los presupuestos de Andalucía, formulada por el líder de Ciudadanos, Juan Marín, quien en su intervención le ha interpelado hasta dos veces sobre si se «compromete» a ejecutar el cien por cien de lo presupuestado en este ejercicio para obra pública. Según Marín, hasta el momento se han ejecutado 642 millones de los algo más de 1.300 millones de euros destinados a inversiones para obras «y quedan dos meses para terminar el año».

En su primera intervención, Díaz no respondió a la pregunta concreta que le formuló Marín, pero en la dúplica aseguró que este año se cerrará con un «altísimo grado de ejecución» a pesar que el Gobierno de la nación ha exigido dos planes de ajuste para que Andalucía pudiera seguir acogiéndose al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), lo que llevaba aparejado la «disponibilidad» de determinadas partidas presupuestarias. «Sobre la ejecución presupuestaria en su conjunto, dijo que la media de todas las instituciones «ronda siempre entre el 97% y el 98%, si Montoro no mete las tijeras».

DEUDA DE 5.000 MILLONES / Respecto a los presupuestos del 2018, Díaz aseguró que le gustaría que la inversión fuera mayor, lo que sería factible si Andalucía pudiera contar con los 5.000 millones que se le adeudan de la financiación autonómica. «Pero contamos con unos presupuestos que van a ser buenos para esta tierra», remachó. A pesar de todo, subrayó que las cuentas andaluzas para el 2018 aportan «seguridad, crean empleo, dan oxígeno a las clases medias y abren una puerta a la esperanza».

El portavoz de Ciudadanos, Juan Marín, afirmó que el presupuesto para el próximo año tiene «luces y sombras» y, entre las primeras, destacó que proporciona una «garantía» a los andaluces de que las cosas «seguirán haciéndose con normalidad», mientras que de las segundas resaltó el desempleo, que «sigue siendo el principal problema» de Andalucía. Así, lamentó que los recortes recaerán, nuevamente, sobre la obra civil, lo que significa menos inversiones públicas en infraestructuras y, en consecuencia, frenar la creación de empleo.

«Las pymes se verán obligadas a cerrar la inmensa mayoría; se han reciclado y modernizado, pero siguen sin carga de trabajo», abundó. Por ello, pidió a Díaz que se comprometa a ejecutar el cien por cien de lo presupuestado en inversiones para obra pública.

DEUDA CON AYUNTAMIENTOS / Por su parte, el coordinador andaluz de IU, Antonio Maíllo, pidió ayer al Gobierno autonómico que reconozca la deuda de unos 660 millones con los ayuntamientos de la comunidad, un extremo que negó Díaz, que le acusó de «mentir y hacer demagogia». El enfrentamiento dialéctico se produjo durante la sesión de control en el pleno del Parlamento andaluz, donde el dirigente de la coalición exigió a Díaz que «demuestre que tiene voluntad» con las corporaciones locales y acepte una enmienda en los presupuestos de 2018 para abonar a los ayuntamientos esos 660 millones.

La presidenta, que destacó el compromiso de su Gobierno con el municipalismo «desde siempre», explicó que frente a la reforma local del Gobierno del PP la Junta apostó por la suficiencia financiera de los ayuntamientos con la Patrica. «Pese al injusto reparto del déficit, de la nefasta aplicación de la financiación autonómica y de las condiciones leoninas del FLA, la apuesta sigue siendo incontestable», aseveró Díaz, que cuantificó en 3.780 millones la cantidad trasferida incondicionada a los ayuntamientos entre 2011 y 2018. «Ustedes sacan mucho pecho con la Patrica, pero menos lobos», replicó Maíllo.