La secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz, dijo ayer que a su partido le queda «un día menos para volver a gobernar en Andalucía», durante un acto con militantes, mayoritariamente mujeres, celebrado en Sevilla. Díaz realizaba esa afirmación al abrir el acto visiblemente emocionada por el apoyo de los militantes, y señaló que afronta esta nueva etapa «con humildad, sabiendo que seremos una oposición útil, que trabajará para que nadie toque nuestro autogobierno».

Díaz insistió en que trabajará «con la humildad de que no somos el gobierno, estamos en la oposición, ya nos juzgaron los andaluces por nuestra gestión en las urnas y ganamos, no como habríamos querido, pero el tiempo nos pondrá a cada uno en su sitio». «El tiempo le dirá a Rivera si el sillón de Marta Bosquet y el de Juan Marín merecía la pena pactar con el demonio», dijo Díaz, que apeló a los militantes de su partido a estar «muy fuertes, con la dignidad y el orgullo» y lanzaba un mensaje «a la gente de izquierda que se ha quedado en casa y todavía ha pensado que hizo lo correcto, que mire la división de izquierdas que hay en España». Susana Díaz añadió que «cuanto más dividida está la izquierda, cuanto más fratricida y cainita, cuanto mayor es el enfrentamiento de hombres y mujeres que tienen que representar este modelo de igualdad, más fuerte se encuentra la derecha, y sobre todo la extrema derecha». Díaz se refirió también a la convención del PP que se celebra este fin de semana, de la que dijo que está «radicalizada, porque están actuado por los postulados de Vox», ya que «han optado por un bloque de involución». Díaz criticó que dirigentes de Cs como Rivera o Arrimadas no acudiesen a la toma de posesión de Moreno, preguntándose «¿dónde estaban los que se han pegado toda la campaña aquí?» y de los que ha dicho que «les ha avergonzado el pacto y no quieren que sus amigos les asocien con ellos».