La presidenta de la Junta en funciones, Susana Díaz, avisó anoche de la «amenaza» que, a su juicio, se cierne sobre Andalucía «si logran imponer su criterio quienes apuestan sin ambages por un vaciamiento de nuestra autonomía y la mutilación de nuestras competencias» -en alusión a Vox-, lo cual «significaría una regresión de magnitudes históricas que nos devolvería al centralismo más rancio y a los periodos en los que a Andalucía se le trataba como una tierra de segunda división». Así se expresó Susana Díaz en el tradicional discurso de fin de año, el primero desde que se convirtió en presidenta de la Junta que pronuncia como jefa del Ejecutivo en funciones, y que se emitió coincidiendo con las negociaciones abiertas entre PP y Ciudadanos para tratar de alcanzar el Gobierno andaluz, objetivo que para materializarse necesita del apoyo de Vox.

Susana Díaz no aludió explícitamente en su discurso a ninguna fuerza política, pero sí a los comicios del 2 de diciembre, en los que los andaluces eligieron un nuevo Parlamento «que debe seguir reforzando nuestro autogobierno», según sostuvo la presidenta en funciones. La dirigente socialista reivindicó la autonomía que se conmemora el 28 de febrero como «la palanca que ha permitido que Andalucía abandonara la situación de subdesarrollo y de profunda injusticia histórica en la que se hallaba al inicio de la democracia», y en esa línea sostuvo que «profundizar en nuestro autogobierno, mejorarlo, hacerlo más eficaz y transparente es el único camino para garantizar un futuro de prosperidad para todos».

CONQUISTAS SOCIALES

«Es posible que algunos piensen que las conquistas sociales se han alcanzado como consecuencia del mero paso del tiempo o que son irreversibles», pero «nada más lejos de la realidad», aseveró Díaz, para apostillar que «mantener el terreno conquistado, sostener los derechos y libertades, continuar avanzado para alcanzar mayores cotas de igualdad y prosperidad es algo que se logra día a día gracias a la acumulación de esfuerzos de una generación tras otra». Tras manifestar que «el progreso de nuestra tierra está indisolublemente vinculado a los valores que sustentan nuestra convivencia», en referencia a «la justicia, la libertad y la seguridad», la presidenta llamó a detener «la mirada en Europa, ese espacio de libertad y derechos que siempre nos ha servido como espejo». Según dijo, «esos ideales se encuentran seriamente amenazados en todo el continente como consecuencia del auge del populismo y de los nacionalismos egoístas, y ni Andalucía ni España son ya un territorio ajeno a ese peligro», apostilló.

Susana Díaz señaló que «para fortalecer nuestra influencia en el conjunto de España, es absolutamente imprescindible que los propios andaluces no permitamos que se infravalore nuestro poder político y que no consintamos que decisiones que afectan a Andalucía se adopten fuera de nuestra tierra ni prescindiendo de nuestros intereses».

Sobre Europa, la presidenta en funciones avisó de que no hay que acostumbrarse a que dicho continente «permanezca impasible ante el drama de la inmigración ilegal que en ocasiones desborda nuestra capacidad» de acogida.

Díaz también se detuvo en su discurso en la «situación de injusticia que viven las mujeres y que se manifiesta en todos los órdenes de la vida: desde la brecha salarial al desequilibrio en las responsabilidades domésticas; de la infrarrepresentación en los órganos de dirección a los estereotipos que degradan a la condición femenina; de la prostitución a la violencia machista». Díaz también recordó «actos tan repugnantes como el que hace sólo unos días acabó con la vida de Laura Luelmo».

BALANCE DEL AÑO

La presidenta realizó un balance positivo de 2018, «un buen año para Andalucía» en el que se ha creado empleo, se ha logrado «una notable reducción de nuestra tasa de paro», «hemos recuperado derechos y fortalecido el Estado de bienestar», según apuntó Díaz, quien agregó que también se ha trabajado «intensamente para sostener unos servicios públicos castigados por la crisis y por los recortes injustos que nos fueron impuestos». Susana Díaz destacó además que los sectores productivos andaluces han ganado «en competitividad, multiplicando las exportaciones», pero admitió que «la gente aspira a una recuperación más rápida y más profunda», y entiende «el malestar de muchos ciudadanos».

Finalmente, la presidenta quiso terminar enviando «un mensaje de confianza en nuestra tierra». Desde esa «confianza absoluta en el futuro de Andalucía», la presidenta animó a los ciudadanos «a seguir trabajando para mejorarlo», y concluyó su discurso navideño deseando que 2019 sea «un año bueno para todos» ellos.