El cura que se encuentra entre los cuatro detenidos en Málaga por tener y compartir presuntamente pornografía infantil a través de Internet ha sido suspendido cautelarmente del ejercicio de todo ministerio sacerdotal. El Obispado de Málaga informó ayer de que ha tenido conocimiento de que este clérigo, que se encontraba en la ciudad circunstancialmente por motivos familiares, ha sido investigado por los citados hechos. Cuando tuvo noticia de ello, el obispo de la diócesis a la que pertenece el religioso, y tras informar al obispo de Málaga, ordenó «inmediatamente la suspensión cautelar del ejercicio de todo ministerio sacerdotal de dicho sacerdote». Al conocer dicha suspensión cautelar, el Obispado malagueño ha aplicado la medida en su diócesis. «Quedando a salvo los derechos del investigado y su presunción de inocencia, el Obispado de Málaga reitera su compromiso con la justicia para que resplandezca la verdad y el rechazo absoluto ante los hechos referidos a la pornografía infantil o a otros que conculcan la dignidad y derechos de los menores, de los adultos vulnerables o de cualquier otra persona». Asimismo, agradece el trabajo «encomiable» de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, fiscales y jueces que investigan y descubren a quienes cometen estos hechos. El Obispado de Málaga ha pedido «perdón a las posibles víctimas». En la operación policial se practicaron seis registros domiciliarios en los que se han intervenido más de un centenar de soportes de almacenamiento con material pedófilo. Los investigadores se han incautado también de varios ordenadores, una cámara de vídeo y teléfonos móviles. Las conexiones a Internet se realizaban desde seis domicilios de distintas barriadas de Málaga e identificaron a las personas que estaban detrás de las descargas ilegales, cuatro hombres vecinos de la capital malagueña.

En el primer análisis de los más de cien dispositivos de almacenamiento intervenidos se localizaron múltiples imágenes de claro y explícito contenido sexual de menores de edad y, en otro de los domicilios, los agentes hallaron 400 vídeos con abusos sexuales explícitos a menores.