El teniente general Juan Gómez de Salazar, jefe de la Fuerza Terrestre, ha dicho en su discurso de la Pascua Militar, celebrada ayer en la Capitanía General de Sevilla, que «el concepto de la defensa nacional debería ser más conocido para poder ser así más comprendido».

«Aún hoy, lo relacionado con la milicia tropieza con la convicción de algunos de que la paz es un bien supremo; cuando en realidad, la paz es el resultado de otros bienes y valores que están muy por encima de ella, como son la libertad, la justicia, la igualdad, el derecho y tantos otros que deberían ser preservados a toda costa; incluso, y si fuera preciso, con el uso de las armas», ha asegurado el jefe de la Fuerza Terrestre.

Ha añadido «la complicación está en que de esa imaginaria convicción surge un peligroso espejismo: el de confundir el deseo de que no haya guerras con la ilusión de que no se vayan a producir».

Gómez de Salazar ha asegurado que los militares son los primeros que consideran «una atrocidad» los conflictos armados, «pero por desgracia existen y la historia nos demuestra que pueden producirse en cualquier momento y lugar».

El jefe de la Fuerza Terrestre, quien ha asegurado que las fuerzas armadas han de estar «siempre al servicio de España y de todos los españoles», ha recordado que desde 1989 han sido casi 150.000 los militares españoles participantes en un total de 87 operaciones internacionales, y en especial a los 170 que perdieron su vida en el cumplimiento del deber en esas misiones.

Sus vidas «son la mejor prueba de la contribución de España a la paz y a la seguridad en el mundo», por lo que ha mencionado la «deuda de gratitud» con ellos y sus familias.

En su discurso, el alto mando también ha mencionado a los 2.300 efectivos españoles de misión en Malí, Irak, Líbano, Afganistán, Turquía, República Centroafricana, Somalia, Senegal, Mauritania y Colombia, incidiendo en las misiones de «contención del yihadismo» en el Sahel y de apoyo a las unidades iraquíes en su lucha contra el Daesh.