La Junta de Andalucía sacará las próximas convocatorias de los cursos de formación para el empleo a licitación pública en régimen de concurrencia competitiva y abandonará el «ineficiente» modelo de subvención. Así lo anunció ayer la consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco, en comisión parlamentaria, donde denunció la «lamentable» situación en la que se han encontrado cuando llegaron al Gobierno la formación profesional para el empleo y censuró el «grave perjuicio» ocasionado a los desempleados andaluces y también a muchas empresas.

Según expuso, en el trienio 2016-2018 el presupuesto andaluz contemplaba fondos para la formación profesional para el empleo por importe de 890 millones, de los que se han ejecutado el 18%, y se ha dejado de gastar 737 millones. También se acumulan miles de expedientes sin resolver, algunos se remontan a más de una década, por importe superior a 386 millones.

Blanco anunció la puesta en marcha, en el menor plazo posible que permita el trámite administrativo, de una convocatoria de acciones dirigidas a trabajadores ocupados, por valor de 20 millones, y una dirigida a desempleados, con compromiso de contratación, dotada de 20 millones.