Lo que era «irrenunciable» hace dos días para Ciudadanos ya no lo es. El número dos de los naranjas, José Manuel Villegas, rebajó este lunes las exigencias de su partido para negociar con el PP el cambio de Gobierno en Andalucía y ya no descartó que Juan Manuel Moreno, el candidato de los populares, pueda presidir la Junta. La «única línea roja» es que el PSOE no gobierne, afirmó Villegas, que repitió que prefiere que sea su cabeza de cartel, Juan Marín, el futuro jefe del Ejecutivo regional, aunque ya parecía que lo dijera con la boca pequeña. Villegas considera que, si finalmente Moreno ocupara ese puesto, se verá obligado a dar explicaciones por la corrupción de los numerosos escándalos de su partido. Sin embargo, en el PP no quieren oír hablar de cualquier otra opción. Pablo Casado ha repetido en varias ocasiones que no piensa renunciar a que su partido presida la Junta porque es el más votado en ese eje de derechas que aspira a conformar. En las elecciones del pasado día 2, el PP consiguió 26 diputados, Ciudadanos 21 y Vox, a los que necesitarán para investir al presidente elegido, 12 escaños.

El acuerdo entre PP y Cs se empezará a negociar hoy martes en Sevilla, y la dirección de los populares espera que la operación sea rápida. Casado desea «un acuerdo global» que incluya el reparto de la Mesa del Parlamento (en la que prevén que un puesto sea para la formación de ultraderecha), la investidura y también un pacto con medidas para gobernar. Los populares llegarán a la cita con los programas electorales de las tres fuerzas bien estudiados. De hecho, el PP andaluz ha identificado hasta 25 puntos en los que las tres pueden coincidir. Casado dio la orden de negociar de forma bilateral con Ciudadanos, proponer a Moreno para la investidura y, después, requerir el apoyo de Vox a la votación. «No habrá un Gobierno de derechas», repitió en varias ocasiones el jueves, en la recepción tras el acto de homenaje a la Constitución en el Congreso. Los radicales de Santiago Abascal no participarán en esas reuniones, porque ya descartaron entrar en la Junta. No quieren «ni cargos ni cargas», afirmó su líder.

El presidente del PP de Córdoba, Adolfo Molina insistía también ayer en que su partido «ofrece la mejor disposición para negociar» y apostó por un periodo de transición corto. Durante la reunión del Comité de Dirección de los populares cordobeses, Molina afirmó que los andaluces quieren un nuevo gobierno cuanto antes, un gobierno que se ponga a trabajar inmediatamente en la resolución de sus problemas. Vamos a hablar de propuestas, no de sillones», garantizó. Seguro de que su partido creará 600.000 puestos de trabajo añadió que «el PSOE debe entender que su tiempo ha pasado».