La llegada a la Junta de Andalucía después de 37 años de gobierno del PSOE ininterrumpidos no fue un paso difícil para el PP, al menos a la hora de formar equipos, según ha reconocido el consejero de Salud y Familias. En una entrevista, Jesús Aguirre presume de que "en tres días ya teníamos montado el 'staff' de la consejería, todos amigos míos".

Aguirre presume sin problemas de esas designaciones para puestos de confianza, con los que tan críticos se mostraron los populares durante la etapa socialista, en una entrevista realizada en 'Diario Médico' publicada este lunes. En ella, el exsenador por Córdoba en el Congreso y responsables de políticas sanitarias en el PP andaluz explica que "llevaba siete años trabajando con su equipo" preparando el posible desembarco de su partido en el Ejecutivo autonómico. "Monté equipos de trabajo en todas las provincias andaluzas, con un total de 140 profesionales, y durante ese tiempo hemos planificado un cambio en la gestión", subrayaba.

Por este motivo, "cuando me llamó Juan Manuel Moreno para ser consejero fue fácil: lo teníamos casi todo preparado y sabíamos qué teníamos que hacer y cómo. En tres días ya teníamos montado el 'staff' de la consejería, todos amigos míos". Eso sí, el consejero defiende que todos esos cargos públicos son "personas muy cualificadas y conocedores de nuestro sistema sanitario", de manera que pudieron ponerse de inmediato a trabajar para afrontar problemas como, por ejemplo, las listas de espera. Fuentes de la Consejería de Salud han matizado las declaraciones del consejero asegurando que su intención era destacar el mérito y la dilatada trayectoria laboral de todos los miembros de su equipo, con los que al cabo de años de trabajo ha ido estableciendo un vínculo de amistad, de ahí esa referencia a que todos son amigos.

El caso más llamativo de ese equipo del que se ha rodeado es el de José Rumbao, sobrino del consejero, pediatra con una sólida trayectoria que abandonó su puesto como director médico del hospital universitario Reina Sofía de Córdoba --el tercero más importante de la comunidad-- para incorporarse como coordinador a la Subdirección de Gestión Sanitaria del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Desde la consejería apelan a ese prestigio profesional y definen como coincidencia su vínculo familiar con el responsable de Salud, subrayando en cualquier caso que no fue elegido directamente por Aguirre, sino por el gerente del SAS.

La elección de esos "amigos" para cargos públicos choca con las protestas realizadas durante décadas por el PP, quien cargó contra la politización de la Administración y los cargos "a dedo". De hecho, se comprometieron incluso a facilitar el acceso a la identidad de los puestos directivos de la Administración de la Junta y de sus retribuciones anuales, como contraste con la opacidad y el enchufismo desplegado por el PSOE. En su programa electoral para las pasadas elecciones autonómicas, los populares incluso recogían con detalle que "el nombrar de forma transparente a los directivos y publicar sus retribuciones es un compromiso de cualquier Gobierno democrático". En la misma línea, su socio de gobierno, Ciudadanos, abogaba durante la campaña por elegir a los altos cargos políticos mediante un concurso público de mérito y capacidad.

LOS COPAGOS NO FRENAN EL ACCESO A TRATAMIENTOS

Asimismo, en la entrevista Aguirre muestra su apoyo a medidas sanitarias implantadas por el PP que causaron cierta polémica, como los copagos farmacéuticos implantados en el 2012, y rechazó que supongan un obstáculo para los tratamientos en los pacientes de menos renta. "La atención sanitaria en Andalucía y España es gratuita, pero en todas partes hay copagos y en España son mucho menores que en otros países europeos", defiende Aguirre, subrayando que "no hay problemas de accesibilidad a los medicamentos por su culpa".