El que fuera presidente del Gobierno andaluz socialista durante 19 años, Manuel Chaves, está previsto que comience a declarar a partir de hoy en el juicio de la denominada pieza política de los ERE, acusado de un delito de prevaricación por el que se enfrenta a diez años de inhabilitación, informa Efe.

Chaves, que presidió Andalucía entre 1990 y 2009 y que cuando estalló este caso, en 2011, era vicepresidente del Gobierno central, se sienta en el banquillo junto a otros 21 ex altos cargos de la Junta por haber creado o mantenido un «procedimiento específico» con el que se repartieron más de 850 millones en ayudas sociolaborales y a empresas en crisis entre 2001 y 2011, de forma arbitraria y eludiendo los controles, según la Fiscalía. Ese sistema se implantó en 2001, siendo Chaves presidente, mediante un convenio suscrito entre la Consejería de Empleo y la agencia pública IFA (luego IDEA) por el que este ente pagaba las ayudas que concedía la Dirección General de Trabajo, con fondos que Empleo le remitía mediante transferencias de financiación, un mecanismo que la Fiscalía y las acusaciones populares (PP-A y Manos Limpias) sostienen que se utilizó para eludir la fiscalización previa. Chaves es uno de los siete acusados en el juicio de los ERE que no afronta penas de cárcel, porque la Fiscalía sólo le acusa de prevaricación y no de malversación como a los otros quince.

EL PP pide cuentas / El vicesecretario de Organización del PP-A, Toni Martín, declaró ayer que el expresidente de la Junta Manuel Chaves debe explicar ante el tribunal del «caso ERE» la vinculación de una ayuda del «fondo de reptiles» a una empresa vinculada familiarmente a la persona que le cede su chalé particular para sus vacaciones. Según Martín, la empresa Fundiciones Caetano se benefició de dos ERE, uno en 2004 y otro en 2006, por 3,6 millones de euros, que afectaron a 38 trabajadores, y señaló que su propietario mantiene un parentesco muy cercano (primos hermanos por doble vínculo) con la persona que, al menos desde 1996, cede a Manuel Chaves el chalé de la playa de La Antilla (Huelva) en el que el ex presidente pasa sus vacaciones. «Esperemos que no tenga un ataque de amnesia como otros exaltos cargos acusados en los ERE», espetó el representante del Partido Popular andaluz.